Jaureteche interpretó estas alusiones como expresiones de los prejuicios de la clase media intelectual, irritada por la irrupción de actores novedosos en un ambiente político que había sido exclusivo de la burguesía desde la generación del '80; aunque los intereses materiales de esta clase estuviesen ligados al desarrollo de una densa capa de consumidores, sus hábitos le imponían una espontánea reticencia —casi racista; la asimilación de la tilinguería con el racismo es explícita en su obra— hacia los hábitos de las clases populares, una "miopía" que Jauretche criticaría reiteradamente en sus sucesivas obras.
Sin embargo, Francisco Rico asegura que «no hay el menor inidicio para suponer tal escabrosidad», pues el sentido del texto es una simple abbreviatio o reticencia, procedimiento abundantemente usado antes, como cuando relatando sus aventuras con el ciego, Lázaro dice «por no ser prolijo, dejo de contar muchas cosas...», en elipsis que era común para terminar las cartas, teniendo en cuenta que todo el Lazarillo una larga epístola.
Las escuelas de arte indígena más importantes, las de Cuzco y del Collao, mostraron cierta reticencia hacia el realismo y el claroscuro, lo cual se puede en parte explicar tanto por la influencia de Bitti, como por las tradiciones incaica y tiahuanacota, en las que el arte era estilizado carecía de realismo.
Una actitud tan poco decorosa amenazó con derrocar los objetivos mismos de las fuerzas reaccionarias, y Friedrich von Gentz ordenó al Congreso que estas protestas debían ser clausuradas en los archivos, ofreciéndose al mismo tiempo escribir para el rey una carta digna en la que debería expresar su reticencia a tener que violar sus juramentos alegando fuerza irresistible!
El Equipo Gai une sus manos ante la reticencia de Neji, tras lo cual el Hyuga se ocupa del situado en un pedrusco a quinientos metros de allí.
Este arquitecto logró atenuar la posible reticencia del público a utilizar el transporte subterráneo, mediante el empleo de acabados brillantes, coloristas y luminosos en los espacios en contacto con los viajeros, como vestíbulos, túneles de paso y andenes, utilizando masivamente paños de azulejos y otras piezas cerámicas de color blanco y azul cobalto.
De la misma forma, la decisión de apoyarse en Borgoña en vez de Francia, y la reticencia en aprobar el matrimonio de sus hermanos Jorge, Duque de Clarence, y Ricardo, Duque de Gloucester, con las hijas de Warwick contribuyeron al distanciamiento.
Finalmente en 1867 muere el Emperador Kōmei y es sucedido por su hijo menor, el Emperador Meiji. Tokugawa Yoshinobu se convirtió con reticencia en el jefe de la casa Tokugawa y shōgun.
Según Scholem, el misticismo judío posee tres características fundamentales que le dan su particular personalidad: En primer lugar, reticencia hacia la confesión personal, por la reserva hacia todo lo relacionado con la experiencia mística y por la ausencia de elementos autobiográficos.
Cuando se agregaba que, por los mismos días tuviese yo alguna que enseñarle, don Juan no dormía, ni sosegaba, ni me dirigía la palabra sino desde el fondo de su cólera, con una especie de
reticencia dolorosa y continua.
Emilia Pardo Bazán
Considerando: que la única bandera honrada de la revolución ha sido y sigue siendo la del Plan de Ayala, complemento y aclaración indispensable del Plan de San Luis Potosí, pues sólo aquel Plan consigna principios, condensa con claridad los anhelos populares y traduce en fórmulas precisas las necesidades económicas y materiales del pueblo mexicano, para lo cual huye de toda vaguedad engañosa, de toda reticencia culpable y de esa clase de escarceos propios de los políticos profesionales, hábiles siempre para seducir a las muchedumbres con grandes palabras vacías de todo sentido y de tal modo elásticas, que jamás comprometen a nada y siempre permiten ser eludidas.
Así es que la reticencia era su fuerte, y con un interrogante, unos puntos suspensivos y un gesto de «¡qué pillo soy!» resolvía todas las cuestiones, arrancaba a su placer las carcajadas al auditorio y enredaba a sus convecinos cada día en un berenjenal de pleitos y rencillas, extraviándoles más y más la justicia con lo vago de sus maliciosos pareceres.