y sus vestidos se volvieron
resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Por todas partes se veían cruzar escuderos caracoleando en sus corceles ricamente enjaezados, reyes de armas con lujosas casullas llenas de escudos y blasones, timbaleros vestidos de colores vistosos, soldados cubiertos de armaduras
resplandecientes, pajes con capotillos de terciopelo y birretes coronados de plumas, y servidores de a pie que precedían las lujosas literas y las andas cubiertas e ricos paños, llevando en sus manos grandes hachas encendidas, a cuyo rojizo resplandor podía verse a la multitud que, con cara atónita, labios entreabiertos y ojos espantados, miraba desfilar con asombro a todo lo mejor de la nobleza castellana, rodeada en aquella ocasión de un fausto y un esplendor fabulosos.
Gustavo Adolfo Bécquer
Si esa tu reposada condición tuviera Aquiles, bien seguro estuviera Ulises de no salir con su empresa, aunque más le mostrara
resplandecientes armas y acerados alfanjes.
Miguel de Cervantes Saavedra
Mara salió a la calle con sus pendientes, que destellaban como astros, y detrás de ella fueron todos los donceles y no pocos varones bien barbados y hasta con barbas de plata y de estopa gris, enloquecidos por los bailes que ejecutaba la hija de Satanás y por el matiz singularísimo que daban a su tez bruñida, de cobre nuevo, los aretes
resplandecientes.
Emilia Pardo Bazán
La armadura de Aquileo le vino bien a Héctor; apoderóse de éste un terrible furor bélico, y sus miembros se vigorizaron y fortalecieron; y el héroe, dando recias voces, enderezó sus pasos a los aliados ilustres y se les presentó con las
resplandecientes armas del magnánimo Pelida.
Homero
Cornelio contestó: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo haciendo la oración de nona en mi casa, y de pronto se presentó delante de mí un varón con vestidos
resplandecientes, 31.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Y al completarse un año, dió a luz a las poderosas Erinias, a los altos Gigantes de resplandecientes armas, que sostienen en su mano largas lanzas, y a las Ninfas que llaman Melias sobre la tierra ilimitada.
Y ahora, procure el lector formarse una idea de mi asombro, de mi fantástico asombro, de mi delirante arrebato del alma, cuando luego de mirar furtivamente en rededor, dejó ella que sus ojos resplandecientes se posaran en los míos, y con una sonrisa que descubría las blancas perlas de sus dientes, hizo dos claros aunque leves movimientos afirmativos con la cabeza.
Y aún hay otras muchas pues son tres mil las Oceánides de finos tobillos que, muy repartidas, por igual guardan por todas partes la tierra y las profundidades de las lagunas, resplandecientes hijas de diosas.
Son nuestro calor, no se puede negar; son nuestro abrigo; son hermosas y resplandecientes: vistas, alegran las casas y las ciudades; mas guárdense con peligro, porque encienden cualquier cosa que se les llega; abrasan a lo que se juntan, consumen cualquier espíritu de que se apoderan, tienen luz y humo con que hacen llorar su propio resplandor.
Los jóvenes pensaban y hablaban gregariamente, como identificados por algo: Coros
resplandecientes, voces potenciales de frescuras abiertas al inicio inexorable de lo oculto...
Antonio Domínguez Hidalgo
En mi fantástico trasporte, yo veía al astrónomo veneciano lleno de inmarcesible gloria por haber arribado a la deseada playa, y también a todos aquellos hombres resplandecientes con sus armaduras orgullosas, los más de ellos por haber peleado bajo las órdenes del gran capitán, y llenos de un sublime entusiasmo al emprender la conquista de un nuevo mundo.