Dicho esto, inútil es añadir que un muchacho andrajoso como yo había de tener que resignarse a este último partido; tanto más cuanto que no pudiendo confiar a nadie la existencia de mi tesoro, érame imposible apartarme de aquel carro que lo guardaba.
La madre Casanova era aún joven, pues acababa de cumplir treinta años, y escasamente tenía siete años de profesa. Las conventuales viejas mal podían
resignarse a ser gobernadas por una muchacha.
Ricardo Palma
El alsaciano acabó por
resignarse a la espera de un nuevo régimen político y la florida desvergüenza de aquellos bigardones llegaba al extremo de enviar a Enrique a solicitar del propietario tarjetas de favor para entrar en el casino, donde el hombre tenía un hijo que desempeñaba el cargo de portero.
Roberto Arlt
¿Resignarse? Sí, resignarse. Hay que saber resignarse a la buena fortuna. Y acaso la resignación a la dicha es la ciencia más difícil.
¡Como si él, acostumbrado a trabajar sus terrones y a dirigirlo todo, pudiera resignarse a permanecer inactivo...
¿Qué hacer? ¿Renunciar a los ochenta pesos, o
resignarse a una posible desilusión conyugal? Si este hombre no fuera honrado, no le importaría que le cortejaran a su propia esposa.
Roberto Arlt
Son semejantes a las células vigorosas, multiplicadas por la acción de sueros inmunizadores y cuyo destino es batallar contra los microbios patógenos y devorarlos. Hay que batir al enemigo en su terreno y con sus armas, o resignarse a sucumbir.
¿Cuál es la cobardía mayor, temer la vida o temer la muerte? ¿Resignarse a lo conocido o afrontar el misterio? Matarse es una cobardía a la que pocos se atreven; el presidiario que intenta evadirse, horadando el muro, es más viril que el que se queda esperando órdenes en el calabozo, y me parece cosa grande convertir en llave el cañón de un revólver, y salir del mundo por el pequeño agujero de la sien.
Y esa tiene que ser la consigna de los hombres que tienen las armas en la mano y de los que tienen el poder en la mano: no cansarse nunca de soportar, no cansarse nunca de resignarse a todas las amarguras y a todas las provocaciones, excepto cuando ya se vayan a poner en peligro los intereses más sagrados del pueblo.
Hombres hay que dicen (¡habrá bellacos!) que siempre gallina amarga la cocina, o lo que es lo mismo, que es mucha plepa
resignarse a no mudar de compañera.
Ricardo Palma
La liquidación de la burguesía nacional, tendencia histórica que a nadie escapa, lleva implícita la desnacionalización continua y la pérdida cada vez mayor de peso político de la burguesía nacional y de sus concepciones. Quienes quieran sobrevivir deberán resignarse a la asociación o la dependencia del capital imperialista o perecer.
Nadie aprende, por si un día hace falta, a resignarse a dormir en un lecho de rosas, pero cualquiera se fortalece para no rendir su fe en medio de los tormentos, y por su convenía velar en pié y herido en la trinchera, sin apoyarse ni en la lanza, por tal como sueño acostumbra a invadir a los colgados en algún soporte.