Mientras trabajaba en la Riviera francesa el tratamiento de pacientes con resfriados crónicos, se dieron cuenta de estos pacientes tenían ganglios linfáticos inflamados.
En el campo de la medicina, a lo largo de la historia, la solanina se ha usado como anticonvulsivante para tratar crisis epilépticas, como sedante y como antigripal para tratar resfriados y gripes, aunque en la actualidad no hay prácticamente ningún estudio que demuestre su efectividad.
En la época medieval en Europa se empleaba el azafrán para tratar las infecciones respiratorias y los desórdenes tales como los resfriados comunes, la escarlatina, viruela, cancer, hypoxia y asma.
Publicación: Journal of Korean Medical Science, 2001. Volumen 16, ensayo S, páginas 6–18. "El Ginseng puede reducir el número y la potencia de los resfriados". (Nov.
Se le atribuyen propiedades como antipirético, aperitivo, digestivo, diurético, colerético e hipoglucemiante. Indicado para inapetencia, dispepsias hiposecretoras, hiperglucemia, gripe, resfriados, disquinesias hepatobiliares.
Indicado para inapetencia, dispepsias hiposecretoras, meteorismo, disquinesia hepatobiliar. Gripe, resfriados. Diabetes, reumatismo, gota, hipercolesteremia.
Es apropiado utilizar la tila contra la ansiedad, el insomnio, resfriados, síndromes gripales, tos irritante, asma, indigestiones, migrañas por disfunción hepatobiliar, espasmos gastrointestinales, gastritis...
Su fruto es comestible pero contiene una sustancia gaseosa y es difícil de chupar, sirve para control del mal aliento, citado en este libro Duque 1931, plantea que el 2.96% del fruto son resinas a las que se les atribuye propiedades antirreumáticas. Con la semilla se fabrica una pomada que se aplica en fricciones contra los resfriados, diarrea y dolores reumáticos.
La directora de la campaña de Foodwatch, Anne Markwardt, afirmó que «Actimel no protege de los resfriados; refuerza débilmente el sistema inmunológico y no tan bien como un yogur natural tradicional, pero cuesta cuatro veces más y está el doble de azucarado.
Una de las afirmaciones más polémicas en dicho texto es la siguiente: «El total de síntomas asociados a la falta de vitamina C van desde alergias, anemia, amigdalitis, artritis reumatoide, arterosclerosis, aspereza de garganta, bronquitis, cáncer, cataratas, cefaleas, diarrea, dolor abdominal, dolores en coyunturas, dolores musculares, encías sangrantes, escalofríos, faringitis, fiebre, fiebre reumática, hemorragias, hepatitis, herpes labial, infecciones agudas y crónicas, infertilidad, intoxicaciones, laringitis, malestar general, meningitis, neumonía, otitis media, resfriados...
El aceite cuenta con usos variados: se aplica tópicamente en las narinas para aliviar la sinusitis, en las sienes para el dolor de cabeza, en el pecho o en inhalaciones para la tos o los resfriados fuertes, tópicamente para aliviar el dolor producido por las caries, en compresas para las picaduras de insecto u otras irritaciones dérmicas.
En 1966, Irwin Stone desarrolló el concepto de curación a base de altas dosis de vitamina C. Tras este desarrollo, Pauling comenzó a tomar varios gramos al día para prevenir los resfriados.