Al alba abandona el Río Amarillo; cuando anochece, llega a la Montaña Negra. Ya no escucha el llamado de su padre y su madre, tan sólo a los caballos relinchando en el monte.
Los que viven cerca de ahí cuentan que cuando es noche de Luna Llena, la silueta del encanto o zanate trota relinchando desesperado, buscando a su amo general.
En general se admite que Hénin provendría del latin hinniens (relinchando), lo que explicaría que el escudo de la ciudad sea un caballo galopando y que la mayor parte de las monedas galas encontradas tengan la representación de un caballo (algunos proponen la tesis de la existencia de un importante centro de cría de caballos en la antigüedad).
Nuestros nobles caballos
relinchando regias habitaciones morarán; cien esclavos, sus frentes inclinando, al mover nuestros ojos temblarán.
José de Espronceda
Y en cuanto por el cañuto vido salir la humadera, le aflojaron, aparcera, y echó a correr ese bruto. A dos laos, y
relinchando, campo ajuera salió al mar, aonde empezó a bellaquiar: y ya nos juimos echando.
Hilario Ascasubi
Y entonces recordó las últimas palabras pronunciadas por su desdichado amigo: "Procede de algún lugar donde las cosas no son como aquí..., uno de los profesores lo dijo..." Los tres caballos que se encontraban en el exterior de la casa, atados a unos árboles junto al camino, estaban ahora relinchando y coceando frenéticamente.
El tiempo que no pasa a caballo lo da La Pita por perdido; y, en su misantropía de animal perdido en una forma cuasi humana, declama, suspirando o relinchando, que no tiene más amigo verdadero que su tordo.
Del golpe de una lunanca Nunca podré olvidar... ¡La viera usté disparar Desparramando el recáo Con el marlo enarboláo
Relinchando a reventar!...
José Alonso y Trelles
Cuando mi caballo, jadeante y sin aliento, se paraba relinchando en el segundo Alto, la noche comenzaba a extenderse sobre el inmenso paisaje.
Pero en casa de Jeromo no se engaña a nadie, y la tía Simona alarga media morcilla de manteca a los marzantes; y éstos, después de echar la primera copla, se marchan relinchando de placer.
Redepente una gringa petizona,
Relinchando al hablar, como una yegua, En la idioma d'entrambos al pulpero No se qué chisme le sopló a la oreja, Dejuro una diablura, porque el gringo, Sacudiendo de pronto la soñera, Sacó de una tinaja un jarro de agua Y al que dormía lo roció con eya.
José Alonso y Trelles
Los del norte son tordos regalados Que beben relinchando el aura fría Y son bayos los otros, colocados En el último valle, al mediodía.