Desde entonces dejó de ser alcalde, se encerró en su casa sin querer ver a nadie, ni aun a su hermana y a Lorenzo. Así pasó un año, llegaron otra vez las fiestas de San Pedro y ya no las presidió Serrano, ni presenció ninguna de ellas.
RECITADO Alza en vano el Estrecho montes de olas; en vano el viento brama: que allá van las legiones españolas donde el honor las llama. Lanza en vano cien kábilas la sierra con ímpetu salvaje; que allí con sangre vil bañan la tierra que presenció el ultraje.
Sólo el facineroso quedó escondido en la cuevecilla que le servía de ocultamiento y presenció asombrado como el agua que a torrentes caía, borraba la imagen de la virgen que él había falsificado como sacra.
Benjamín, inocente, presenció el sorteo, y lejos de quejarse, demostró cierta alegría al saber que le había tocado la parte del campo donde, en tiempo de sequía, siempre duraba más el agua; donde había junco en abundancia, y nutrias en toda estación; donde se asentaban en grandes bandadas los majestuosos cisnes de cuello negro y los flamencos rosados.
SCHIFFRIN: ¿Usted presenció, tuvo intervención en algún acto por el cual se mandó a destruir material del archivo levantándose acta ?
Magnífico y sorprendente era el espectáculo que este ejército presentaba, según me dijo el testigo ocular que lo presenció todo desde un escondrijo inmediato, el cual testigo ocular era un viejísimo Flos sanctorum, forrado en pergamino, que en el propio estante se hallaba a la sazón.
Taboa se despidió de sus señores, y la tierra los cubrió para siempre. El sol que salía, presenció el himeneo, y los pajarillos lo celebraron con sus cantos armoniosos...
Conocedor el general Múgica de la conducta de las empresas petroleras, por juicios que se han seguido contra las citadas empresas y en los que él ha intervenido, y por los procedimientos y atropellos cometidos por los empleados de las propias empresas, y que presenció cuando me acompañó en los años que estuve al frente de la Zona Militar de la Huasteca Veracruzana; y reconociendo en él sus convicciones sociales, su sensibilidad y patriotismo, le di el encargo de formular un proyecto de manifiesto a la Nación, explicando el acto que realiza el Gobierno y pidiendo el apoyo del pueblo en general, por tratarse de una resolución que dignifica a México en su soberanía y contribuye a su desarrollo económico.
ecía un día el gran filósofo Citofilo a un dama desconsolada, y que tenía sobrado motivo para estarlo: Señora, la reina de Inglaterra, hija del gran Enrique IV, no fue menos desgraciada que vos; la echaron de su reino, se vió a pique de perecer en el Océano en un naufragio, y
presenció la muerte del rey su esposo en un patíbulo.
Voltaire
en el palacio de las leyes halló de todo menos discurso. Presenció en el seno de la Asamblea nacional disputas acaloradas, y encontró en los diputados unos hombres de talla común, que tenían el mismo prurito que los periódicos: la inmodestia de decir cada uno de sí propio, corampopulo, lo que todos los demás les negaban: que eran lo mejorcito de la casa, y de lo, poco que en virtudes cívicas, y hasta domésticas, se encontraba por el mundo.
– Mala suerte otra vez –dijo Sir John, sin alterar la voz ni una octava–, el hombre al que le pagaste está muerto y el hombre que presenció el pago también, y del dinero, que debería haber aparecido, no hay ni rastro en los inventarios.
El año siguiente se colocó el cadáver en la capilla de Aranzazu, y en 13 de Octubre de 1810 se pasó, bajo del altar mayor, a la bóveda a donde son sepultados los padres del convento.
Presenció la traslación de los restos el señor doctor don Bartolomé María de las Heras.
Ricardo Palma