FILOCLEÓN: Ahora desafío a todos mis rivales. Si hay algún artista que se precie de danzar bien, que venga por acá a competir conmigo.
Sin que simplifique prejuzgamiento y por ser materia en tratamiento del escrito en análisis, adelanto que me expediré por la firmativa en razón que "el derecho a la verdad" del que gozan los familiares de los desaparecidos en un derecho incuestionable e imprescriptible y que, más allá incluso del derecho positivo ningún ser humano que se precie de tal, en función de los principios de dignidad, solidaridad y ética podrán nunca dejar de reconocer a sus semejantes.
Si estos conceptos del Salvador, que tau alto colocan la dignidad del hombre, no son concluyentes, sino ponipa de ja- bón; si de ellos no se desprende que el juramento no es lícito en quien precie de tener convicciones adquiridas en la lectura de la Biblia, el libro ¡wr excelencia como lo llama la Iglesia, digo que no lo entiendo.
No obrará así quien se precie de ser lo que su nombre de misionero católico significa, pues este tal, teniendo siempre ante los ojos que su misión es embajada de Jesucristo y no legación patriótica, se conducirá de modo que cualquiera que examine su proceder, al punto reconozca en él al ministro de una religión que, sin exclusivismos de fronteras, abraza a todos los hombres que adoran a Dios en verdad y en espíritu, «donde no hay distinción de gentil y judío, de circuncisión y incircuncisión, de bárbaro y escita, de siervo y libre, porque Cristo lo es todo en todos»(6).
Toda política que se precie de serlo demanda en quienes la practiquen, por lo menos, una concepción del hombre y la sociedad, del Estado y la historia; en suma, una concepción de la vida.
Y, según la palabra que os he dicho, no se precie el fuerte de su fuerza, ni de su riqueza el rico, sino que quien quiera glorificarse se glorifique en el Señor.
Ven con simpatía sus anhelos y sus justas demandas de mejoramiento; pero nadie que en verdad se precie de mexicano, puede solidarizarse con quienes emboscados en las propias garantías que la Constitución otorga, pretenden convertirlas en instrumentos de anarquía, de desorden y de caos.
Esta conducta me prueba que sus excelencias libertadoras han previsto el fin de sus triunfos y eligen esa senda para llegar a él más pronto. A buen seguro que les cierra el paso quien de buen español se precie.
Quiera Dios halle algún agradecimiento mi deseo, cuando no merezca alabanza mi trabajo, que con esto tendré algún premio de los que da el vulgo con mano escasa, que no soy tan soberbio que me
precie de tener envidiosos, pues de tenerlos tuviera por gloriosa recompensa el merecerlos tener.
Francisco de Quevedo
Que se
precie un don Pelón Que se comió un perdigón, Bien puede ser; Mas que la biznaga honrada No diga que fue ensalada, No puede ser.
Luis de Góngora y Argote
Dommergues) = Érase una vez… (cualquier narrador que se precie en nuestro país de Auvegne debe comenzar así), érase una vez que en el pueblo de Broque-Pou (no lejos de Aurillac había una mujer viuda, pobre y anciana, que vivía con su hijo en un cuartucho miserable.
Estas son políticas de Estado; estas no son políticas ni de una gestión ni de un presidente ni de un partido, esto es lo que tiene que hacer cualquier país que se precie de querer formar parte del mundo desarrollado y de concebir a la salud como uno de sus valores más importantes.