El hecho de que el edificio resultara tan siniestro para los demás como para él le llenó de una extraña excitación. ¿Qué habría de verdad en las viejas patrañas que acababa de contarle el policía?
Yo te imito: no invoco a las deidades, Y por mejor consejo, Sea mi sacro numen cierto viejo, Esopo digo. Díctame, machucho, Una de tus
patrañas; que te escucho.
Félix María Samaniego
unos ojos son dos cuencas envidriadas por lágrimas ajadas al desprecio de su precio. ¡
Patrañas! Sólo envueltas cadenas de ternuras egoístas, agiotistas de las camas, recámaras baratas, mansiones del descuento para siempre, estufas promisorias, lavanderas automáticas de espumas enrabiadas en oferta de la oferta...
Antonio Domínguez Hidalgo
para ver si caen los consumistas ciegos y se quedan tan inválidos que no puedan más vivir sin mutuo tráfico de comedor y vestidor compactos sin más actos que su acto de amarse el biegoismo. ¡
Patrañas!
Antonio Domínguez Hidalgo
Inventos cortesanos del hastío, artesanos de los ocios por negocios, parquedad esbelta de su burdo delta, rosas cursis de la ganga cotidiana, pero más en febreros de a catorce como enganche de amor... ¡
Patrañas!
Antonio Domínguez Hidalgo
«Tiene una hoz, dicen, que alude a la agricultura.» Y a la verdad, cuando él reinaba aún no se conocía la agricultura; y por eso añaden que fueron sus tiempos los primeros según que el mismo interpreta las fábulas y patrañas, porque los primeros hombres se sustentaban y vivían de las semillas que voluntariamente producía la tierra.
Y cuando los poetas escribían tales patrañas de sus dioses, no fue antojo que les vino de mentir, sino que a hombres sensatos, estando en su cabal juicio, les hizo fuerza la verdad para decirla y confesarla sinceramente.
Si una verdad manifiesta los deja plenamente convencidos de que nada pueden sobre este punto, refieran solamente tales patrañas a los hombres muertos y a los malvados demonios, y no habrá más pleitos.
Lo que como patrañas nos cuentan que también hay antípodas, esto es, que hay hombres de la otra parte de la tierra dónde el sol nace, cuando se pone respecto de nosotros, que pisan lo opuesto de nuestros pies, de ningún modo se puede creer, porque no lo afirman por haberlo aprendido por relación de alguna historia, sino que con la conjetura del discurso lo sospechan.
i ataja!) nos esmeramos en disipar las patrañas con que, •los hombres de fines del siglo pasado y principios de éste, •han embaucado á tanto candido.» (Muchas gracias, por la parle que nos toca.) El padre Cappa se coloca aquí en la misma condición del que dijo:— Yo arrojaría al mar á lodos los im- béciles á lo que un curioso le contestó con esta pregunta: —¿Sabe usted nadar, padre?
Con él, niña preciosa, y con esta moral color de rosa, que hoy patrañas de viejo acaso creas, cuando llegues a ser madre y esposa sé honrada y buena para ser dichosa, ¡y acuérdate de mí cuando lo seas!
Avivaban en secreto con astucia y con audacia la fe de doña María, y gentes la reclutaban, noticias proporcionándola, con dineros y con armas, los que en la ciudad vivían y en su fortuna esperaban. Distinguíase entre todos doña Elvira de Montadas, fanatizada al extremo por políticas patrañas.