Admiremos a los que no se entregan jamás, a los que tienden sus músculos contra la mole social que a ciegas los aplasta; admiremos la rabia de vivir que agita todavía el cuerpo de los decapitados; admiremos a los que, como el Frégoli en miniatura de anoche, se adelantan desnudos al encuentro de la vorágine, y se lanzan en ella para vencer o morir. ¿Quién dijo que venimos al mundo para pasar el rato?
-Si yo no digo que no, si lo que yo digo es lo que veo, y lo que yo veo es que tú por pasar el rato encomenzaste a jacerle cara a ese probe, y que te jacías peazos riéndote de él, y que aquello que encomenzó por groma va poniéndose de otras jechuras, y que te van gustando a ti los paliques con ese gachó y que ya no te da la risa en el gallillo cuando platicas con él, y, sobre to, que ya no mientas ni por casolidá al Carambola.
¡Mira nada más cuántos! ¡Parece que no hay otro cine y otras películas para
pasar el rato. Tal parece que todo mundo quiere ver la misma.
Antonio Domínguez Hidalgo
Y es claro: ellos empiezan por pasar el rato; y como suele suceder que una es tonta y se los cree, a lo mejor se encuentra con que no puede arrepentirse ya...
-Pos entonces esta noche, que corno en toas las de San Juan, habrá peleles en la calle aonde usté vive, le dice usté a la comadre que se ponga en la puerta con las vecinas, y usté en lugar de quearse en su casa se va usté a dir a pasar el rato aonde yo le diré, y tan y mientras yo me quearé cerquita de la comadre.
El sacerdote le absolvió, y, para pasar el rato, como tenía que permanecer hasta las dos junto al condenado le enseñó un libro titulado: El llanto del alma penitente, o el regreso del pecador hacia su Dios.
Mi abuelo se lo narró a mi padre, mi padre me lo ha referido a mí, y yo te lo cuento ahora, siquiera no sea más que por
pasar el rato.
Gustavo Adolfo Bécquer
El día de la feria grande de Arnedo, que es en abril, antes de la Semana Santa, volvía yo a mi parroquia, después de pasar el rato bebiendo un poco de tostado y comiendo unas rosquillas, cuando a poca distancia del pueblo empareja con mi mula la yegüecilla de Ramón Limioso (usted le conoce: el señorito del pazo, un caballero cumplidísimo), y me pregunta, con no sé qué retintín: «Y Cristo, ¿le ha visto usted en la feria?» «¿Cristo?
Ella conoció y se hizo amigo de Isabella desde que tenía seis años, ella también pasar el rato con sus amigos en las palomas Cafe.
En el mundo fuera de las casas de los jugadores, ellos podían reunirse y conversar con otros miembros de la comunidad. Podían invitar a sus amigos para pasar el rato, se comunicaban a través de un chat de voz o chat de texto normal.
Iván se siente atraído por Maripaz pero la frívola y caprichosa joven sólo lo utiliza para pasar el rato, sin imaginar las consecuencias pues Maripaz queda embarazada.
Ella se deprime internamente debido a que Número 1 no acepto ir a cenar con ella para hablar y pasar el rato, discretamente le revela a 1 sus sentimientos hacia el, pero 1 esta tan deprimido que no se da cuenta, loque la deprime aún más.