La parturienta veía también que bajaba de un monte un séquito de asiático esplendor: camellos y dromedarios, caballos y esclavos daban escolta a tres Monarcas orientales, de rozagantes mantos
orlados de armiños y martas, de vestiduras recamadas de pedrería.
Emilia Pardo Bazán
-Mi palacio.» Y descendimos sobre el mar, que muje como corcel salvaje, cuando el viento lo azota, y con empuje fiero levanta, orlados de diademas, montes de agua espumosa al firmamento.
Mas, he aquí la reina de la elegancia, la bella que llega con un vestido de gro negro, cuya larga cola está adornada de pequeños volantes orlados de raso granate que se pierden en las bandas de la misma tela y color, colocadas a cortos espacios veladas con tul en el delantal.
Se baja al río por sotos de castaños y pintorescas sendas abiertas entre robledas y pinares; y ya a orillas de la corriente se descansa, en praditos salpicados de flores y orlados de cañaveral y espadaña.
Hasta que el sol, cansado, él también, de tan largo paseo, apura su retirada; suelta en grandes nubarrones blancos, orlados de oro y de seda violeta, ribeteados de anchas bandas anaranjadas y purpúreas, los vapores que a sí atrajo durante el día, y poco a poco, desaparece entre mil hermosos juegos de luz, dejando embelesado al hombre, maravillado de tanta hermosura.
–El magnífico pueblo que mañana verás desfilar ante la majestad del Inca, con sus vestidos suaves orlados de oro, en cuyas unjus ríe el color y brilla la luz, fue un día abominable muchedumbre de bárbaros, semejantes a los que aún se ocultan tras los bosques de los Antis.
El escudo de la República Popular Democrática de Corea tiene forma ovalada con bordes orlados de espigas de arroz con una cinta roja trenzada, en la cual aparece la inscripción: “República Popular Democrática de Corea” y en su interior una majestuosa central hidroeléctrica, sobre la cual está el Paektu, monte sagrado de la revolución, coronado por una brillante estrella roja de cinco puntas.
Allí, la Virgen Madre, pálida y
orlados los ojos del dolor, tendidos los brazos, cruzadas con angustia las manos, arrastrando luengos lutos, trucidado por siete puñales el pecho.
Emilia Pardo Bazán
Pon tu misericordia en ellos… ¡Oh, Dios de la belleza! y danos la piedad de ser nosotros… ¡Oh, Dios de la poesía! orlados de recuerdos luminosos.
Allí, en los linderos, vistosos jardines, de cuyas florestas el fin no se ve, empiezan, y orlados de azahar y jazmines, alfombras de flores encuentran los pies.
La concentración parcelaria de 1990-92 y el uso de nueva maquinaria en los cultivos ha supuesto el exceso de mano de obra y el cambio de paisaje: de los pequeños prados orlados por setos naturales, que contribuían a crear un verdadero microclima en la Ribera, se ha pasado a grandes extensiones roturadas y despobladas de árboles, limitadas por cauces rectilíneos.
El paramento, inciso, simula una construcción de sillería. Los vanos aparecen orlados de esgrafiados con motivos vegetales. Los esgrafiados recorren asimismo la línea superior de la fachada, por debajo del alero.