Era una belleza bronceada, exótica, con esa gracia extraña y ondulante de las razas nómadas, una figura hierática y serpentina, cuya contemplación evocaba el recuerdo de aquellas princesas hijas del sol, que en los poemas indios resplandecen con el doble encanto sacerdotal y voluptuoso.
Bajo el
ondulante cabello, de intensa lobreguez, la frente erguíase con serena pujanza, al par que luminosa de sensibilidad, como si se le transparentara en limpidez de alabastro el pensamiento, ya encendido con irresistible esplendor en sus ojos pardos, estriados de oro.
Leopoldo Lugones
¡Volad, volad con insaciable anhelo, Sol que iluminas con triunfal decoro, Luna que imperas en la niebla fría, por la carrera olímpica del cielo! ¡Astros, volad, como dispersa hueste de luminosos ángeles vencidos, que blanca sueltan la ondulante veste!
Para los pequeñuelos había vida en aquel bastón; no bien se hubieron montado en él, el reluciente pomo se convirtió en una magnífica cabeza de caballo, con larga y negra melena
ondulante, y de la caña salieron cuatro patas esbeltas y vigorosas; el animal era robusto y valiente.
Hans Christian Andersen
Róbale al mar, que con desdén se mece en su lecho de arena, su murmullo: y a la brisa que el árbol estremece, y a las tórtolas tiernas, que guarece, con su ondulante pabellón, su arrullo.
Por nuestra parte, si hemos de ser sinceros, sólo hallamos en su encantadora fisonomía un vicio que es, a la vez, una grave inelegancia: fue fanática. Sobre la ondulante y suave tolerancia del espíritu francés, sus actividades destacan a veces con acusada rigidez.
Y he aquí que en el silencio que le cerca sintió la puerta abrir, y unas pisadas que de él se aproximaban cautelosas, entre el rumor de la ondulante falda de un vestido de seda crujidora, y percibió un sombra que robaba de su alcoba la luz, y vió por último entrar en ella una mujer velada.
De vez en cuando levantaba la cabeza con un movimiento ondulante de culebra o de pavo real que hacía estremecer el cuello de encaje bordado que la envolvía como una red de plata.
En tanto se abaten los negros tordos y los pechos amarillos en el cardizal ardiente, y asoma la gama su airosa cabecita entre las altas hierbas allá en el fondo del llano, como atenta a extraño ruido, relincha con imponente brío un semental criollo y se precipita en frenética carrera a la loma del flanco, que traspone en un segundo y vuelve en el acto con la crin ondulante y el copete encrespado arremolinando una tropilla de ventrudas, reacias al esquilón de la madrina.
Esa libre y
ondulante meditación del Idearium, merece, en verdad, no haber despertado en España ni los entusiasmos ni las polémicas que obra análoga hubiese provocado en otro país más dichoso, y lo merece as!
Miguel de Unamuno
Talle de vals es de Viena, ojo morisco es de España, crespa y espesa pestaña es de latina sirena; de Britania será esa piel cual la de la pulpa del lis y que se sonrosa en el rostro angélico de la miss; esa
ondulante elegancia es de la estelar París, y esa luminosa fragancia de las entrañas del país.
Rubén Darío
Cambia de rumbo. Algo se le enrosca entre los pies, largo y ondulante como el boa constrictor: es la cola del Banco. Salva el obstáculo y anda más: un no sé qué frío y hediondo como el aire de un sepulcro pasa a su lado y le azota el rostro: es el hambre de Castilla.