- ¡Ha muerto!... (repitió Rubens.) ¡Y nadie lo ha conocido! ¡Y se ha
olvidado su nombre! ¡Su nombre, que debió ser inmortal! ¡Su nombre, que hubiera eclipsado el mío!
Pedro Antonio de Alarcón
¿Cómo, pues, puede explicarse que en este ardor de alabar tantas cosas, nadie hasta hoy haya emprendido la tarea de celebrar dignamente al Amor y que haya olvidado a un dios tan grande?
Aristodemos omitió los de otros que había olvidado y habló de Pausanias, que dijo así: «No apruebo, Phaidros, la simple proposición que se ha hecho de elogiar al ardor.
He
olvidado decir que mi novio me visitaba entonces todas las noches; pero pasábamos casi todo el tiempo sin hablar, como si ya nuestras frases de cariño no tuvieran valor alguno para expresar lo que sentíamos.
Horacio Quiroga
Ya hemos dicho que era el suyo uno de los pocos ventorrillos de esta nuestra tierra natal donde la buena fortuna había olvidado un punto su índole veleidosa y tornadiza...
Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta; "Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar del repertorio olvidado de algún amo desgraciado que en su caída redujo sus canciones a un refrán: "Nunca, nunca más".
VERSO XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXx Porque hemos convenido en que es muy posible que el que haya sentido una cosa, es decir, que la ha visto, oído o percibido por cualquiera de sus sentidos, piense a propósito de ella en otra que ha olvidado y con la cual la percibida tiene alguna relación aunque no se le parezca.
“He aquí tu alimento; maíz, pimiento blanco, frijoles, cacao, cacao, serán tuyos; lo que fuere conservado, olvidado, tuyo también y tú lo roerás”, dijeron a la rata Maestro Mago, Brujito.
¿Qué escogerías, pues, Simmias? ¿Nacemos con conocimiento o volvemos a acordarnos de lo que sabíamos y habíamos olvidado? En verdad te digo, Sócrates, que no se qué escoger.
Pocas veces son dichosos los avisos saludables en poder de los tiranos. No es nuevo en ellos tomar el buen advertimiento para olvidarle, ni poco antiguo perderse por haberle olvidado.
Hoy es cuando yo me debo cortar el cabello y tú el tuyo si es cierto que nuestro razonamiento ha muerto y que no podemos resucitarlo; si yo estuviera en tu lugar y hubiese sido vencido, juraría como los de Argos no dejar que volviera a crecerme el cabello hasta haber logrado a mi vez alcanzar la victoria sobre las razones de Simmias y de Cebes. Pero yo repuse: Has olvidado el proverbio de que el mismo Hércules no basta contra dos.
Voy a darte una prueba muy visible de ello, y es que este bello estudio me ha vuelto tan ciego para las cosas mismas que antes conocía evidentemente, al menos así me parecía y a otros también, que me he olvidado de todo lo que sabía acerca de varias materias, como ésta ¿por qué crece el hombre?