Las falsas ofrendas. Crearon todo tipo de programas que en realidad no estaba encaminados a resolver los problemas de nadie. Todas las medidas que tomaron fueron falsas.
Se quitó su anillo de boda y lo puso en el plato de las ofrendas, con la intención de reclamárselo al sacerdote al día siguiente y de reemplazarlo por una pieza de plata.
Y estando debajo de esa alfombra me sentiría tan chiquito que no dejaría ni siquiera un bulto. Estas ofrendas consistían en un programa diseñado para beneficiar a tan sólo un puñado de negros escogidos.
En la medida que usaron las falsas ofrendas y toda una serie de tácticas amistosas, benévolas, filantrópicas hacia el continente africano, que no eran más que esfuerzos falsos, también comenzaron a hacer lo mismo con nosotros aquí en Estados Unidos.
De las tres hijas que dejé en el alcázar bien construido, Crisotemis, Laódise e Ifianasa, llévese la que quiera, sin dotarla, a la casa de Peleo; que yo la dotaré tan espléndidamente como nadie haya dotado jamás a hija alguna: ofrezco darle siete populosas ciudades —Cardámila, Enope, la herbosa Hira, la divina Feras, Antea, la de los hermosos prados, la linda Epea y Pédaso, en viñas abundante—, situadas todas junto al mar, en los confines de la arenosa Pilos, y pobladas de hombres ricos en ganado y en bueyes, que le honrarán con
ofrendas como a una deidad y pagarán, regidos por su cetro, crecidos tributos.
Homero
Solo queda en él alguna esperanza en las bondades eternas. Cabildo, comunidades, parroquias, todos se esmeran en solemnes rogativas, votos, plegarias y
ofrendas.
Ángel de Saavedra
De las tres hijas que dejó en el palacio bien construido, Crisotemis, Laódice e Ifianasa, llévate la que quieras, sin dotarla, a la casa de Peleo, que él la dotará espléndidamente como nadie haya dotado jamás a hija alguna: ofrece darte siete populosas ciudades —Cardámila, Enope, la herbosa Hira, la divina Feras, Antea, la de los amenos prados, la linda Epea, y Pédaso, en viñas abundante—, situadas todas junto al mar, en los confines de la arenosa Pilos, y pobladas de hombres ricos en ganado y en bueyes, que te honrarán con
ofrendas como a un dios y pagarán, regidos por tu cetro, crecidos tributos.
Homero
Los sumos sacerdotes recogieron las monedas y dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las
ofrendas, porque son precio de sangre.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Por eso yo también me esfuerzo por tener constantemente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. 17. «Al cabo de muchos años he venido a traer limosnas a los de mi nación y a presentar
ofrendas. 18.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Y me encontraron realizando estas
ofrendas en el Templo después de haberme purificado, y no entre tumulto de gente. 19. Y fueron algunos judíos de Asia...
La Biblia (Nuevo Testamento)
Después de esto volvió todas las tardes a la misma hora y siempre con un paquetito, al que nunca aludía y solía dejar detrás de la puerta. Estas ofrendas cariñosas eran de lo más extrañas y grotescas.
Cuando la nación hubiese hecho unas cuantas de tales ofrendas ardientes a la ley de la ganancia, quizá incluso tras la primera ofrenda, es probable que hubiese empezado a cuestionar, a la luz de tan perfectos ejemplos, si las bellezas morales del sistema de la ganancia eran suficiente compensación para tan largo sacrificio económico." CHARLES DISIPA UNA APRENSIÓN.