Ahora cruzaban en silencio las calles hacia la quinta del Astrólogo. Caía el tierno azul de la mañana en los bardales de las calles
oblicuas.
Roberto Arlt
Pesado de miel, quieto y los ojos bien abiertos, Benincasa consideró de nuevo el monte crepuscular. Los árboles y el suelo tomaban posturas por demás
oblicuas, y su cabeza acompañaba el vaivén del paisaje.
Horacio Quiroga
–Augusto Remo Erdosain –tal como si pronunciar su nombre le produjera un placer físico, que duplicaba la energía infiltrada en sus miembros por el movimiento. Por las calles
oblicuas, bajo los conos del sol, avanzaba sintiendo la potencia de su personalidad flamante: Jefe de Industrias.
Roberto Arlt
-- Las zonas sanitarias y de seguridad estarán señaladas con bandas oblicuas rojas sobre fondo blanco, puestas en la periferia y en los edificios.
Un monstruo calmoso, elástico, indescifrable, que lo sorprenderá a usted mismo con la violencia de sus impulsos, con las
oblicuas satánicas que descubre en los recovecos de la vida y que le permiten discernir infamias desde todos los ángulos.
Roberto Arlt
La visión de las enormes chimeneas
oblicuas, el desarrollarse de las cadenas en las maromas, con los gritos de las maniobras, la soledad de los esbeltos mástiles, la atención ya dividida en un semblante que asomaba a un ojo de buey y a una lingada suspendida por un guinche sobre mi cabeza, ese movimiento ruidoso compuesto del entrecruzamiento de todas las voces, silbidos y choques, me mostraba tan pequeño frente a la vida, que yo no atinaba a escoger una esperanza.
Roberto Arlt
Artículo 851.- No se pueden tener ventanas para asomarse, ni balcones u otros voladizos semejantes, sobre la propiedad del vecino, prolongándose más allá del límite que separa las heredades. Tampoco pueden tenerse vistas de costado u oblicuas sobre la misma propiedad, si no hay un metro de distancia.
El resto del establo permanecía en la oscuridad. Por los intersticios de los muros entraban
oblicuas saetas de sol que dejaban en el polvo del suelo porosos discos de oro.
Roberto Arlt
Así cuando dispuesta estuvo, quienquiera que fuera aquel de los dioses esta acumulación sajó, y sajada en miembros la juntó: en el principio, la tierra, para que no desigual por toda parte fuera, en forma la aglomeró de gran orbe; 35 entonces a los estrechos difundirse, y que por arrebatadores vientos se entumecieran ordenó, y que a la rodeada tierra circundaran los litorales; añadió también fuentes y pantanos inmensos y lagos, y las corrientes declinantes ciñó de oblicuas riberas...
Le cerró el camino y le causó demoras el Aqueloo al marchar, de lluvia henchido: “Acércate a los techos”, le dice, “míos, ilustre 550 Cecrópida, y no te encomiendes a las robadoras ondas. Llevar troncos sólidos y oblicuas rocas hacer rodar con su gran murmullo suelen.
El Milagro del hijo perdido se encuentra en una especie de circo, con las líneas oblicuas de las escaleras que atraen la dirección de la mirada del espectador hacia el centro.
También hay patadas circulares altas, y a media altura, así como otras patadas como: las frontales, las descendentes, las oblicuas descendentes, las patadas en giro, las patadas de frente y en gancho, sin embargo varias de estas son muy espectaculares pero poco efectivas en un combate ya que son complicadas y permiten que el oponente las encaje, bloquee, esquive o desvie, por lo que se suelen ver en los últimos asaltos si la puesta fuera de combate o "knock out" K.O.