Y como amaba por sistema los libros, a falta de otro mejor adquirió una baraja. Lo primero que aprendió con ella fue el tute arrastrado, y después el mus .
Si mesmitamente lo qu'a mí m'alegra es que no se istraiga, es que no m'atienda, pa qu'asín la Vigen mus dé de seguía lo qu'ella la píe ca ves que la reza.
Hombre 2.º Mus. El Cura No hay mus. Tomillo Paso. Hombre 1.º Paso. Hombre 2.º Paso. El Cura Envido la chica. Tomillo Quiero. Pares tengo.
Y al decir esto, la Rabicortona descubría el pie, y además del pie algo también de la tentadora pantorrilla. El Cerote, al divisar aquello, cerró los ojos, y -¡Dios mus coja confesao!
Manuel José Soutiño, los Reverendos Prelados con sus respectivas Comunidades, con los demás vecinos de honor y habitantes de todas clases y condiciones, que estuvieron presentes, espresar, m en unión y conformidad, que prestaban la mus ciega y acendrada obediencia á la Exma.
(Séneca utiliza “mus” en lugar de “ratón”, de ahí el juego de palabras) Imagínate que no puedo resolver este sofisma; ¿qué peligro me amenaza, ni que inconveniente, por esta ignorancia?
Pero este hombre ¿tendría vicios? Nequaquam. ¿Jugar? Ni siquiera conocía el
mus o la brisca. ¿Beber? ¡Ya va! Con una botella de catalán en un litro de agua, tenía de sobra para el consumo de la semana.
Ricardo Palma
-preguntó una tarde, con ansiedad, al muchacho. -
Mus y brisca ya he jugado, pues -contestó él sinceramente. -¡Nunca más te vuelvas a jugar!
Emilia Pardo Bazán
Una noche, su madre había enviado con el niño recado urgente a su padre, que estaba jugando unas partidas de
mus en el casino del pueblo.
Emilia Pardo Bazán
en que no se pueden atribuir a otra cosa los daños y escándalos que suceden sino a la licencia con que se deroga este decreto, y más, Señor, leyendo en el propio título, capítulo XIII, estas tan sanctas como temerosas palabras: "Et si Iudeos (quos propia culpa submisit perpetue servituti) pietas Christiana receptet, et sustineat cohabitationem illorum_ ingrati tamen nobis esse non debent, ut reddant christianis pro gratia contumeliam, et de familiaritate contemptum: qui tanquam misericorditer in nostram familiaritatem admissi, nobis illam retributionem impendunt, quam (iuxta vulgare proverbium) mus in pera...
Mi Juan es un santo; tié sus cosiquillas como tié cuarquiera; pero le tiés ley y tiés mucha labia y sabrás llevagle por güeña verea; porque miá tú, hija, aquí pa nusotras, töitos los hombres son como si jueran unos muñequitos d'esos bailarines qu'un jilillo jace danzar, en la feria: nusotras los vemos, mus encaprichamos y mercamos uno, a tontas y a ciegas, sin que mus endilguen los revendeores de los chismecitos, qu'enganchan la cuerda.
D'un periquete voy a ve'l puchero y atrancar el postigo de la calle, pa dispués que me siente en tus roïllas, que no mus coja naide, icirte yo las cortas ocurrencias de mis cortos arcances.