Y juntos como hermanos, están otros pabellones más: el de Bolivia, la hija de Bolívar, con sus cuatro torres graciosas de cúpula dorada, lleno de cuarzos de mineral riquísimo, de restos del hombre salvaje y los animales como montes que hubo antes en América, y de hojas de coca, que dan fuerza al cansado para seguir andando: el del Ecuador, que es un templo inca, con dibujos y adornos como los que los indios de antes ponían en los templos del Sol, y adentro los metales y cacaos famosos, y tejidos y bordados de mucha finura, en mostradores de cristal y de oro...
Si entrábamos en un café y en una mesa había un cubierto olvidado o una azucarera y el camarero se distraía, hurtábamos ambas; y ya en los
mostradores de cocina o en cualquier otro recoveco, encontrábamos lo que creíamos necesario para nuestro común beneficio.
Roberto Arlt
Un rayo de sol iluminaba en lo oscuro las bestias de carne rojinegra colgadas de ganchos y de sogas junto a los
mostradores de estaño.
Roberto Arlt
Articulo 315 En los establecimientos comerciales, las sillas deben estar atrás de los mostradores o vitrinas, ya sean permanentes o provisorios, no tomándose en cuenta las que se tienen para ser utilizadas por el publico.
Complacíame el espectáculo de los grandes almacenes interiormente sombrosos, las queserías frescas como granjas con enormes pilones de manteca en los estantes, las tiendas con multicolores escaparates y señoras sentadas junto a los
mostradores frente a livianos rollos de telas; y el olor a pintura en las ferreterías, y el olor a petróleo en las despensas, se confundía en mi sensorio como el fragante aroma de una extraordinaria alegría, de una fiesta universal y perfumada, cuyo futuro relator fuera yo.
Roberto Arlt
El viento traía agrio olor a verduras, y los toldos de los puestos sombreaban los
mostradores de estaño dispuestos paralelamente a la vereda, en el centro de la calzada.
Roberto Arlt
Más allá las mondongueras raen los amarillentos mondongos en el estaño de sus
mostradores, o cuelgan de los ganchos inmensos hígados rojos.
Roberto Arlt
Su dicha consistía en ver todas las manos, agitadas como patas de ratón, sobre los mostradores, manejando el género u ocupadas en envolver de nuevo los artículos.
Las tabernas estaban casi solitarias, y sus dueñas o dueños colocaban en orden sobre los limpísimos mostradores la reluciente cristalería; regaban el suelo y colocaban a la vista del transeúnte algunas macetas que daban a los establecimientos sumidos en húmedas penumbras aspecto de oasis y de refrigerantes refugios en las horas en que el sol parece querer hacerlo todo yesca bajo sus implacables rayos.
e) En las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garages, cuadras, cuarteles, refugios y otros modos de ocupación diversos llevando a cabo —los organismos oficiales que los han ocupado— en su edificación obras de carácter permanente, instalaciones de agua, cubiertas de azulejos para suelos y mostradores, puertas, ventanas, básculas, firmes especiales para rodaje, rótulos insertos para obras de fábrica y otras actividades.
Donde se miraba había libros: libros en mesas formadas por tablas encima de caballetes, libros en los
mostradores, en los rincones, bajo las mesas y en el sótano.
Roberto Arlt
Husmeando pichinchas metíase entre fregonas y sirvientas a curiosear cosas que no debían interesarle, hacía de saludador arlequinesco, y en acercándose a los
mostradores estañados de los pescadores examinaba las agallas de merluzas y pejerreyes, comía langostinos, y sin comprar tan siquiera un marisco, pasaba al puesto de las mondongueras, de allí al de los vendedores de gallinas, y antes de mercar nada, oliscaba la vitualla y manoseábala desconfiadamente.
Roberto Arlt