Cuando Remington empezó a comercializar máquinas de escribir supuso que la máquina no se utilizaría para escribir textos creativos, sino para labores de amanuense, y que serían mecanógrafas quienes las utilizasen.
En los Estados Unidos las mujeres empezaron a incorporarse al mercado laboral con frecuencia como mecanógrafas y, según el censo de 1910, el 81% de los mecanógrafos eran mujeres.
Las Biblias de Tijuana (cómics eróticos producidos en México para el mercado estadounidense desde principios de los años 1930) incluían mecanógrafas a menudo.
La obra representada más conocida es “las vacas mecanógrafas” puesta en escena durante el Congreso Internacional "Inclusión, avances, retos y propuestas alternas" realizado en la UPN – Ajusco.