O diría el poeta Alberto Arvelo cantándole a Simón Bolívar. Hace poco yo estaba por una sabana, era luna llena, y caminé por una sabana ¿ves?
Lo único extraño era que la hora del espectáculo comenzaría a las doce de la noche, cuando la luna llena estuviera en su pleno resplandor.
A las ocho de la noche las nubes se abrieron a barlovento y tuvimos la ventaja de que nos iluminara la luna llena, lo cual devolvió el ánimo a nuestros abatidos espíritus.
Mediaba la noche: una noche serena de primavera; la luna llena, filtrando sus plateados rayos al través del ramaje, alumbraba igualmente el grupo de hombres que, encargados de velar, dormían egoístas el grosero sueño de la materia; y más lejos, la figura sublime de Jesús, postrado en tierra, pálido y angustiado.
Qué chinitos tan chistosos sus ocho hijitos llorosos. Quieren que en la luna llena monten la chata ballena. Los chicos llevan chalecos, pero les quedan muy chuecos.
Por eso la nombraban la Kermés de la Luna Llena. Como jamás en Villa Alegre se había presentado un espectáculo tan prometedor e inquietante, los propios padres se interesaron y decidieron apoyar a sus hijos y llevarlos en un horario tan poco infantil.
Toma ese peine de oro; espera hasta que llegue la
luna llena, entonces vas a la orilla del estanque, te sientas y pasas el peine por tus largos cabellos negros.
los Hermanos Grimm
Allí puso la tierra, el cielo, el mar, el sol infatigable y la
luna llena; allí las estrellas que el cielo coronan, las Pléyades, las Híades, el robusto Orión y la Osa, llamada por sobrenombre el Carro, la cual gira siempre en el mismo sitio, mira a Orión y es la única que deja de bañarse en el Océano.
Homero
muerta. Deja tu moral histérica, psicópata en consumo y vibra tus sentidos,
luna llena... y líbrate de ellos al hastío, dando paso al corazón abierto que habrá de sublevarte honesto al encuentro del mundo verdadero: INTELECTO.
Antonio Domínguez Hidalgo
(desconocido, al parecer español). Andén desierto de una estación de ferrocarril, a las once de la noche.
Luna llena al exterior.
Leopoldo Lugones
Caía la tarde y sobre el pinar oscuro aparecía, dorada y jadeante, la
luna llena, hermosa luna del amor, sobre el campo tranquilo.
Antonio Machado
Hugo Chávez: Y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo por ustedes, por la gran mayoría de ustedes, si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.