Implicado en el movimiento de los espirituales, en la línea de las extrañas especulaciones de Joaquín de Fiore, busca la salvación del mundo en sus lucubraciones escatológicas, en sus exigencias de reforma eclesiástica y en sus exhortaciones ascéticas.
¿Ni se percibe más el escándalo de asfaltos rotos? ¿Ni los cláxones ni los suspiros desiertos ni los alaridos candentes ni el misterio de las
lucubraciones fallidas?
Antonio Domínguez Hidalgo
Y era lo peor que, cuando recogiéndose se ponía a meditar en ella, no se le ocurrieran sino cosas de libro, cosas de amor de libro y no de cariño de vida, y le escocía que aquel robusto sentimiento, vida de su vida y aire de su espíritu, no se le cuajara más que en abstractas lucubraciones.
Y aullaban...como coyotes hambrientos abandonados al aquelarre de las herencias. Y bailaron y cantaron hasta el anochecer en
lucubraciones maravillosas.
Antonio Domínguez Hidalgo
DICCIONARIO RAZONADO, manual para inteligencia de ciertos escritores que por equivocacion han nacido en España.» Así se titula el célebre Diccionario, objeto de nuestras lucubraciones.
Resultado de mis lucubraciones sobre la mejor manera de popularizar los sucesos históricos, fué la convicción íntima de que, más que al hecho mismo, debía el escritor dar importancia á la forma, que ésta es el Credo del tío Antón.
Este concepto rige, entonces, en todas partes y siguió imperando hasta mucho después. Se explica; no era de aparato, no era producto de lucubraciones intelectuales más o menos brillantes.
No prueba ello que mi gusto lite- rario haya ganado ó perdido, sino, simplemente, que los años despiadados me hacen ver bajo diverso prisma los renglones rimados y las lucubraciones de la fantasía.
La muerte me llama... Ella calmará mis sufrimientos, mis frenéticos desencantos, mis
lucubraciones angustiosas. ¡Callará para siempre lo oprimido!
Antonio Domínguez Hidalgo
En vista de ello, supuse una ocupación urgente, despedíme de él y salí del café, haciendo que me reía de sus lucubraciones, o, lo que es lo mismo, comentando la sesión en términos iguales o parecidos a los que han servido de introducción a este bosquejo.
Muchas veces hacía que su hija le leyera las lucubraciones en que Wagner defendió sus sistemas, y les encontraba un sentido muy profundo que no había visto cuando, años atrás, las leía con la preocupación de crítico de estética que ama la claridad plástica y aborrece el misterio nebuloso y los tanteos místicos.
Todas estas
lucubraciones paleontológicas terminan generalmente en las historias modernas por decir, si no por lo claro por lo turbio, lo de Argensola: ::«Y en este valle y líquida laguna, ::si he de decir verdad como hombre honrado, ::jamás me sucedió cosa ninguna.» El tomo primero avanza hasta principios del siglo XV en cuatro libros.
Vicente de la Fuente