Can sumiso y acólito, como el can de Durero; lazarillo cuadrúpedo, junto al Diablo y a la Muerte conduciendo leal y fuerte al Hombre en su sendero...!
Cada guijo un tropezón, cada hoyo una caída. Ni un perro le guía al infelice, porque es ciego tan desgraciado que el lazarillo fuera en él boato reprensible.
Mírame, soy Julieta y me acompañan Ofelia y Desdémona. No me olviden: soy el Lazarillo de Tormes y mi primo el Periquillo Sarniento.
l inca Concolorcorvo, cuzqueño que, con repugnante cinismo, escribía: «Yo soy indio neto, salvo las trampas de mi madre, de que no salgo por fiador, y creo descender de los Incas por línea tan recta como el arco iris», aboga en su
Lazarillo de ciegos caminantes, curioso libro que se imprimió en 1773, por el destierro de los nombres de antiguo uso, dando por razón que los santos nuevos tienen que ser más milagreros que los santos viejos; pues éstos de seguro que, con haber sido pedigüeños desde larga data, han de traer fastidiado a Dios, que se mirará y remirará para seguir acordándoles mercedes.
Ricardo Palma
Ahora veía por dentro. Pasó el tiempo, en efecto, que es el lazarillo de ciegos y de linces, y va delante de todos abriéndoles camino.
TIRESIAS No honraríamos igual al dios. CADMO Yo, que tan viejo soy, serviré de lazarillo a un viejo. TIRESIAS El dios nos guiará hacia allá sin fatiga.
La familia de Pascual Duarte (1942) Pabellón de reposo (1943) Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944) La colmena (1951) Mrs.
Cuando Quevedo no nos cuenta al buscón D. Pablos comenta á Marco Bruto, y el grave Hurtado de Mendoza narra las picardías del lazarillo del Tormes.
Tres ciegos, tres Homeros de la edad presente, andaluces de pura raza, si no mienten su traje y su acento, y remolcados por diminuto
lazarillo, han hecho alto al pie de una aristocrática reja, cuyos lujosos visillos dejan filtrarse la luz de brillantes lámparas, y allí entonan a cuatro voces, con acompañamiento de guitarras y bandurria, los sagrados himnos de Belén; los villancicos con que la cristiandad entera saluda a estas mismas horas la conmemoración del advenimiento del Mesías.
Pedro Antonio de Alarcón
y no te incluyo en esta música, que es de pura afición, a los artistas de profesión, como los indígenas ciegos de vihuela, y los de gaita y lazarillo con panderetas, exóticos, de la provincia, que en ciertos días de la semana, como el sábado, aturden la población.
Tenía la ciega ese instinto maravilloso que parece desarrollarse en los demás sentidos cuando falta el de la vista: sin lazarillo, derecha, y casi sin palpar con las manos, iba y venía por toda la casa, huerta y tierras; distinguía a los terneros y bueyes por el mugido, y a las personas cree que por el olor.
Aura todos vemos parejo -le explica a su perra. Cuando empieza a beber, amanece. La ginebra es su
lazarillo hacia la juventud. Achispado, parece recobrar la vista.
Yamandú Rodríguez