En la otra formaban los charlatanes sociales de toda laya, los que aspiraban a remediar las injusticias de la sociedad con sus potingues mágicos y con toda serie de remiendos, sin tocar en lo más mínimo, claro está, al capital ni a la ganancia.
Y que la cosa del Infierno si arreglaba d'esta
laya: qu'esos condenaos no volvían a las penas de las llamas sino a otro infierno de nuevo uso que valía lo mismo qu'el de candela.
Tomás Carrasquilla
Y después, ¿qué joven salía de una casa el día de fiesta sin que las niñas le obsequiasen la pastillita de briscado o el nisperito con clavos de olor, y le rociaran el pañuelo con agua rica, y lo abrumasen con mil finezas de la
laya?
Ricardo Palma
Y tomó el tole. Hágame usted república práctica con nenes de la laya. Razón tuvo el que dijo que hay hombres que no rebuznan porque igno ran hasta la tonada del rebuzno, y temen desafinar.
Ya habían quedado los quiriquires en otra expedición bien dispuestos a favor de los españoles, de suerte que Sebastián Díaz pudo sin gran trabajo establecerse en aquel país y fundar en el confluente de los ríos Tuy y Guayre la ciudad de San Juan de la Paz que, abandonada por la insalubridad de su clima, quedó reemplazada con la de San Sebastián de los Reyes, que en obsequio de su patrono fundó el mismo Sebastián Díaz en 1584 con Bartolomé Sánchez, Frutos Díaz, Gaspar Fernández, Mateo de
Laya, que eligieron por primeros alcaldes a Hernando Gámez y Diego de Ledesma.
Andrés Bello
Vendría un déspota y cuanto mayores riquezas se hubieran acumulado, cuanto más grande y prospera fuera la nación, más pingüe sería su presa!... Felizmente, el hombre es un ser razonable y no acepta doctrinas de esta laya, sino en un momento de ofuscación.
La leyenda comenzaba d'esta
laya: "Nós, Tomás di Aquino y Teresa de Jesús, mayores d'edá, y del vecindario del Cielo, por mandato de Nuestro Señor, hemos venido a resolver un punto muy trabajoso..." tan trabajoso, tan sumamente trabajoso, que ni an siquiera se puede contar bien patente las retajilas tan lindas y tan bien empatadas escritas en la dichosa gaceta.
Tomás Carrasquilla
Él lo creía todo, y aun llegó, por una propensión común a los de su laya, a creer más de lo conveniente, inclinándole al fetichismo disfrazado y a las más claras supersticiones.
¿Querer lujo hasta para pudrir tierra? ¡Hase visto presunción de la
laya! ¡Milagro no le vino en antojo que lo enterrasen con guantes de gamuza, botas de campana y gorguera de encaje!
Ricardo Palma
Ante la gallardía con que fray Pablo burlaba a la fiera, el pueblo no pudo dejar de sentirse arrebatado de entusiasmo, y palmoteando lo lucido de las suertes, repetían todos: -¡Buena
laya de fraile!
Ricardo Palma
mesmamente: y toda
laya de penas, tanto mías como ajenas, que es mejor que ni las mente porque el corazón, lueguito que dentro a considerar, se me oprime de pensar y se me hace chiquitito.
Hilario Ascasubi
¡Estamos frescos! ¡Habrase visto pechuga de la
laya! Y don Chombo salió viendo lucecitas de rabia de casa del de San Isidro, dejando a éste metido en un mar de confusiones y con un susto mayúsculo dentro del cuerpo.
Ricardo Palma