cóccix o coxis (en realidad se trata de un semilatinismo ya que es la forma latinizada de la palabra latina coccyx la cual por su parte es una latinización de la griega κόκκυξ).
El golfo de Botnia tiene su parte más estrecha en la zona entre las ciudades Umeå y Vaasa. Botnia es una latinización de la expresión del antiguo idioma nórdico botn, que significa «bajo».
Tanto salmonelosis como el género Salmonella son una latinización del nombre de Daniel Elmer Salmon (1850 – 1914), un veterinario estadounidense.
1830.;Etimología: Petroselinum: nombre genérico del latín medieval petrosilium, del latín clásico petroselinum, latinización del griego πετροσέλινον (petroselinon), "perejil de roca", de πέτρα (petra) "perejil".
El Papa llama al califa Miramamolín, que se ha tomado comúnmente como nombre propio pero que es en realidad la latinización del árabe Amir ul-Muslimīn 'Príncipe de los Creyentes'.
Analogía con otras palabras que comienzan con saud- en portugués y gallego: posible influencia de salutare, salute, salutate, sanitate... Influencia literaria, con la «falsa latinización» de oi en au, al contrario del cambio habitual de au en oi.
La Enciclopedia Bonarot por su parte, plantea otra versión y se refiere al origen de Argentoratum como latinización de Argentorate, nombre celta del asentamiento existente antes de la llegada del ejército romano.
En 1856 publicó su primera obra con el seudónimo que le haría famoso: un predecible poemilla romántico, «Solitude», que apareció en The Train firmado por Lewis Carroll. El sobrenombre lo creó a partir de la latinización de su nombre y el apellido de su madre, Charles Lutwidge.
El nombre Austria deriva de una errónea latinización de la palabra germánica “Este” (Öst) en “austrō” o “auster” (metaforicamente significan austral – austrālis- o meridional).
Esto ha llevado a pensar que puede ser un sufijo de origen mediterráneo, e incluso ibérico, o tal vez una latinización del sufijo griego -etes, -ites, -otes: por ejemplo, un habitante de la Massalia griega era un massaliotes, mientras que otro de la Massilia romana era un massilitanus.
No obstante, parece ser que Didacus nunca existió en el latín hablado, más bien se trata de una latinización del propio Diego, a semejanza de otras similares, como Ludovicus, de Luis (nombre germánico) o Xaverius, de Javier.
La proclama se refiere a los receptores en latín como «Ecclisie Sancte Crucis Edwin esburgensi», lo que podría indicar que la persona que dictó la proclama creía que Edwin de Northumbria era la fuente original del nombre de la ciudad y derivó la latinización de lo que ellos creían era el nombre antiguo.