Los judeoconversos estaban siempre bajo sospecha de practicar su antigua religión en secreto («judaizar» —criptojudaísmo—)...
Los que habrían inducido a judaizar a Benito García, además del converso Juan de Ocaña, habían sido los miembros de una familia conversa, no judía, apellidada Franco de la localidad de Tembleque.
Según algunos, como parte de la reforma, se trasladarían a unas 500 familias árabes —los habitantes más antiguos de los barrios de Al-Ajami y Givat Aliya— del centro, en lo que los representantes de los afectados han calificado este traslado como un «intento de judaizar Jaffa».
14 Mas cuando vi que no andaban derechamente conforme á la verdad del evangelio, dije á Pedro delante de todos: Si tú, siendo Judío, vives como los Gentiles y no como Judío, ¿por qué constriñes á los Gentiles á judaizar?
«Vi, añade, que no andaban derechos según el Evangelio: dije a Cefas: "Si tú, judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a
judaizar?» Era éste un tema de violenta disputa.
Voltaire
Su padre era abogado y poeta. Su madre, Lourença Coutinho, acusada de judaizar, fue deportada a la metrópoli para ser procesada por la inquisición portuguesa.
Como cuenta Emilio Cotarelo, un tal Luis de Santander fue quemado por judaizar en 1554 en su natal Écija, por lo que le convenía rehuir ese apellido e inventarse una hidalguía inexistente para poder medrar.
Sus miembros eran frecuentemente acusados de judaizar y se les aplicaba el despectivo nombre de marranos, siendo objeto de discriminación social (sobre todo desde la revuelta de Pedro Sarmiento de 1449) sin importar que muchos de ellos fueran sinceramente cristianos, o que hubieran pasado varias generaciones.
Además señala que cuando se acusaba a un converso de judaizar, en muchas ocasiones las "pruebas" que se aportaban eran en realidad elementos culturales propios de su ascendencia judía –como considerar el sábado, no el domingo, como el día de descanso-, o la falta de conocimiento de la nueva fe –como no saber el credo o comer carne en Cuaresma-.
El primer paso fue la creación de la Inquisición, el segundo la expulsión de los judíos para eliminar a los que supuestamente incitaban a los conversos a judaizar.
Hay que destacar, no obstante, que la legislación represora -cada vez más feroz- no surgió de la nada, sino que tuvo su base en la protección de los esclavos cristianos propiedad de grandes terratenientes judíos, que sufrían conversiones y circuncisiones forzosas, debido a la obligación talmúdica de judaizar a sus esclavos.
Aunque los judíos que continuaban practicando su religión no fueron objeto de persecución por parte del Santo Oficio, se recelaba de ellos porque se creía que incitaban a los conversos a judaizar: en el proceso del Santo Niño de La Guardia, en 1491, fueron condenados a la hoguera dos judíos y seis conversos por un supuesto crimen ritual de carácter blasfemo.