Es el primer día que trabaja a
jornal, y está algo engreído, porque un real diario parece poca cosa, pero al cabo de la semana son ¡seis reales!, y la madre le ha dicho que los espera, que le hacen mucha falta.
Emilia Pardo Bazán
Se acuerda del contratista, de la ojeada de desprecio con que le dijo al concederle
jornal: -Te tomo..., no sé por qué; no vas a valer; estás esmirriado; eres un papulito que siquiera puedes con la herramienta...
Emilia Pardo Bazán
Y las mujeres de estos "perezosos", "que no se saben valer", de estos enemigos de "todo esfuerzo", llegaron aquí, recién venidas de una existencia suntuosa, en lo más crudo del invierno: sus maridos estaban en la guerra, arruinados, presos, muertos: la "señora" se puso a trabajar: la dueña de esclavos se convirtió en esclava; se sentó detrás de un mostrador; cantó en las iglesias; ribeteó ojales por cientos; cosió a jornal; rizó plumas de sombrerería; dio su corazón al deber; marchitó su cuerpo en el trabajo; ¡éste es el pueblo "deficiente en moral!" Estamos "incapacitados por la naturaleza y la experiencia para cumplir con las obligaciones de la ciudadanía en un país grande y libre.
Bernardo, en la aldea, aun con tanto afán, ganaba apenas lo indispensable para que no se muriesen de hambre los cinco hijos que le había dejado su Petra, y aquella queridísima y muy anciana madre suya, siempre enferma, que necesitaba tantas cosas y que le consumía la mitad del
jornal misérrimo.
Leopoldo Alas
Sin embargo el Obispo de Nicaragua, Fray Jerónimo de Escobar, nos pinta las cosas de otro modo: "A cada cuadrilla, dice, se pone un minero, el cual es para estos indio un comiter de galera, porque si todas las noches no da jornal le dan muchos azotes, y con esta vida se podrá considerar lo poco que podrán durar……" (1).
Por tanto, no debéis dejaros fascinar por los altisonantes tantos por ciento en el tipo de salario, sino preguntar siempre cuál era la cuantía primitiva del jornal.
Bernardo, con el cebo del aumento de
jornal, no vaciló en dejar el campo y tomar casa en un barrio de obreros de la ciudad, malsano, miserable.
Leopoldo Alas
¡y el día que yo supiera que usted ganaba ese
jornal que dice; que usted servía en una casa ajena; que usted trabajaba con sus manecitas de nácar...; que usted tenía hambre....
Pedro Antonio de Alarcón
-Vamos, Paco, una miajita de pesqui y una miajita de contravapor, que no creo yo que la cosa sea pa tanto; que, a la fin y a la postre, tú tiées un jornal que no es un puñao de virutas.
-Vaya, más fijo que hay Dios que te merco toíto ese argahijo si te sales con la tuya. -Pos me voy a ganar er jornal, que tengo yo ya ganas de verme con tóas esas cosas en er chaleco.
Será por lo que sea, pero lo cierto es que yo ganaba cinco riales y un tanto por escupir y que a los dos meses me tiró el chambel el Toneles con dos púas por cebo, y yo, como soy decente y tengo vergüenza y güenos procederes, se lo dije a la de los Chícharos, y la de los Chícharos entoavía no se lo había dicho cuando ya me estaba poniendo el mismo jornal en la parma de la mano.
Se me olvidaba decir a usted que el gobernador de los indios de esta doctrina debe al Rey la maldad que ha hecho de haberse fugado con todos sus indios dejándonos los trabajos de la seguridad del ejército, sin embargo de que eran pagados diariamente con fuerte jornal, se me ha dicho que está en Tupiza a donde fue llamado por el subdelegado y así sería bueno el que usted lo busque y me lo envíe para que comprobando su delito lo pague, y el castigo contenga a otros en incidir en faltas tan graves.