La inestabilidad del emirato de Córdoba (entre 754 y 929) y los numerosos conflictos sociales entre árabes y visigodos provocaron la destrucción de la ciudad hispanogoda de Ello, pero también la fundación por parte del emir de Al-Ándalus Abderramán II de la ciudad de Mursiya (la actual Murcia), en abril de 825 como forma de afianzar la autoridad cordobesa en una cora escasamente islamizada.
Esto explica la rápida difusión del catolicismo en Filipinas, lo que no hubiera sido posible en el caso de tratarse de una sociedad completamente islamizada, pues la apostasía en el islam es castigada con la muerte.
La diócesis también comprendía una zona islamizada centrada alrededor del Somontano de Wasqah y la Barbitaniya, el Serrablo (el valle del río Gállego y su afluente el río Guarga) y la ribera del Cinca: en esta zona contaba con los monasterios de origen visigodo y eremita de San Martín de Asán, San Pedro de Séptimo, San Úrbez de Nocito y San Cucufate (o San Cugat) de Lecina, y con las parroquias mozárabes, situadas en el interior de ciudades y villas musulmanas o en poblados aislados, como las de Huesca (San Pedro el Viejo), Quinzano, Plasencia, Anzano, Lierta, Arascués, Nisano, Banastás, Apiés, Lienas, Igriés, Yéqueda, Aguas, Liesa, Saliellas y Casbas, junto con la iglesia de Santa Eulalia de Barbastro.
Durante la Edad Media, estando Almería islamizada, según Tapia Garrido, el pueblo se integra en la llamada Tierra de Níjar, la cual se extendía como un triángulo entre Cabo de Gata, Agua Amarga y Lucainena de las Torres, y compuesta por cinco lugares: Níjar, Huebro, Inox, Tarbal y Lucainena, con cabecera en Níjar que dio nombre a la comarca.
Sorprendió gratamente a críticos y lectores la desenvoltura con que Leopoldo Azancot narraba en su segunda novela las peripecias amorosas de la esclava leonesa Fátima, una cristiana del siglo IX que, después de haber sido islamizada en los califatos de Córdoba y Bagdad con una educación orientada a convertirla en cortesana, adquiere la condición de mujer libre y utiliza sus infalibles armas de seducción para ganar el favor y la influencia de los personajes más poderosos que pasan por su vida.
Esto resultaba por un lado del estado de dominación en el que se encontraban, pero también por la barrera que constituía la religión en una población islamizada desde la antigüedad.
Sin embargo el acuerdo permaneció en secreto hasta 1528, por lo que mientras tanto prosiguieron las revueltas, la más importantes de las cuales fue la rebelión de Espadán que estuvo protagonizada por los moriscos del valle del Palancia, una comarca valenciana fuertemente islamizada, y que no fue sofocada hasta septiembre de 1526.
33 La presencia militar otomana se tradujo en la fuerte presencia de jenízaros; varios de éstos eran parte de la población cretense islamizada.
La inicial tolerancia de los emires hacia el cristianismo pasó por algunos altibajos, entre los que se encuentran en el siglo IX los martirios provocados de los llamados mártires de Córdoba, liderados por San Eulogio, que más bien fueron una reacción al debilitamiento del cristianismo en la mayor parte de España, cada vez más islamizada y arabizada.
Desde ese suceso la mayor parte de la población se convirtió al Islam en parte por las ventajas que ofrecía dicha conversión y se promovió por parte de los otomanos la inmigración de Serbios como obreros de la creciente nobleza croata islamizada.
En contraste con el resto de Abjasia islamizada en gran parte bajo el Imperio otomano, Samurzakano sigue siendo adherente al cristianismo ortodoxo georgiano.
Durante el período de dominación otomana, el nombre "bošnjaci" ("bosniacos") significaba cristianos de Bosnia, mientras que «bosnalu» era el nombre de la población islamizada.