Aún se pueden ver las escaleras de servicio por las cuales se accedía a las habitaciones de las institutrices francesas e inglesas.
Contribuyó la ausencia de amigos de su edad. Ester nunca asistió a una escuela; su formación infantil estuvo a cargo de institutrices.
¡Ay, Los Llanos! Pasan niñeras e
institutrices, con sus chiquitines que vuelven de meriendas del Chorro de Padilla. Pasan carruajes que van de francachela hacia La Cuna de Venus; pasan las murgas de artesanos punteando sus liras, rasgando sus tiples; pasa gente regocijada y bulliciosa; y Tista, en el pretil, apoyado en el rifle.
Tomás Carrasquilla
Las
institutrices y damas de compañía que a veces tienen que ir con las muchachas o con los niños, en los bailes infantiles, y a quienes no se decide nadie a dar la mano, aunque ellas hacen sus conatos de adelantarla tímidamente; las parientas pobres, insignificantes, embutidas en un traje mil veces remendado y que fue desecho de su rica parienta; las feas de solemnidad, a las cuales nadie lleva el buffet ni da un rato de palique: las cursis francamente cursis, que parece que tienen la peste y van mendigando un saludo y una palabra..., y, sobre todo, los músicos.
Emilia Pardo Bazán
Por eso cuando, en un descuido familiar, Albert murió de tifo y las dejó ricas herederas, mandó a su hija a Alemania, donde Hellen vivió muchos años educada por refinadas
institutrices.
Antonio Domínguez Hidalgo
-Yo no afirmo -replicó la señora- que sea ella quien ha robado el broche; pero ¿pondrías tú la mano en el fuego?... Yo confieso que estas...
institutrices...
Antón Chéjov
Ya en 1869, durante su memorable rectorado, el benemérito don Fernando de Castro inauguró esta acción social de cultura en la Universidad de Madrid con aquellas Conferencias dominicales, destinadas, especialmente, a la educación de la mujer; pero que asistía numeroso público de uno y otro sexo, y que fueron el punto de partida de la Escuela de institutrices y de la Asociación para la enseñanza de la mujer, que sigue viva, por fortuna; ejemplo seguido en otras ciudades, y singularmente en Valencia.
Jerezanas, paisanas,
institutrices de mi corazón, buenas mujeres y buenas cristianas... Os retrató la señora que dijo: "Cuando busque mi hijo a su media naranja, lo mandaré vendado hasta Jerez." Porque jugando a la gallina ciega con vosotras, el jugador atrapa una alma linda y una púdica tez.
Ramón López Velarde
Todo el mundo se figurará a la señorita Habert con decir que, aunque fuese dueña y archidueña de un colegio, siempre parecería una institutriz. Las institutrices tienen una manera peculiar de ponerse el gorro.
Así como las inglesas viejas han adquirido el monopolio de los sombreros de turbante, las institutrices tienen el de estos gorros; las flores que los adornan son más que artificiales; como los tienen mucho tiempo en los armarios, son siempre nuevos y siempre viejos, incluso el primer día.
¡Qué delicias para ti al corromperla, al ahogar en ese joven corazón todas las semillas de virtud y de religión que pusieron en él sus institutrices!
Y se estrecharon, y los labios buscaron las mejillas, estallando los besos, mientras las
institutrices se preparaban a desahogar el odio, como los niños acababan de desahogar el amor.
Emilia Pardo Bazán