Tampoco se le oye hablar, sin embargo algunas veces los personajes que va encontrando aluden a respuestas "imaginarias" o "insonoras" del protagonista, lo que da a entender que el mismo habla aunque no sea perceptible desde la primera persona.
Tú que la adoras, Fabio, si quieres conocerla deja al punto la corte fascinadora, déjala, y corre presuroso hasta mi noble tierra; y aquí, entre sus montañas y encantadoras selvas, renegarás del torpe numen que, sin conciencia, te hizo mentir soñando mezquinas primaveras; y acaso, convertido, al ver tanta belleza, arranques de tu lira las insonoras cuerdas, juzgando, cual yo juzgo, que si a sentir se llega de tan hermoso cuadro la sencilla grandeza, para cantarla es poco « la rica gaya ciencia ».