Dos hechos insignificantes, vulgarísimos, repetidos en todo el haz de la tierra española, sin que merezcan comentarios ni causen impresión.
Por lo demás, la señora Generala y yo hablaremos a solas (cuando le sea cómodo, pues yo no tengo nunca prisa) acerca de
insignificantes pormenores de conducta, que darán forma natural y admisible a lo que siempre será, en el fondo, una gran caridad de su parte...
Pedro Antonio de Alarcón
Nada existe que no dé, hasta lo que no tiene. Aún en los momentos más
insignificantes se muestra bondadosa y abnegada. Admira a quienes conocen a matrimonio tan santo, el que tenga tal rectitud y discreción.
Antonio Domínguez Hidalgo
Parecía un grito horrísono y estentóreo de un gigante que se carcajeaba de los humanos estancados y que los veía huir despavoridos como insignificantes insectos, como cucarachas al impacto de la luz.
Muchos de ellos quedaron en el anonimato heroico de las memorias y de los imaginarios de viejas, remotas y escondidas poblaciones, grandes o insignificantes; apenas rancherías o centros escolares urbanos.
Él o ella, neonatos, se hallan inmersos en un mundo de formas sin formas, informes; de seres, de objetos, de simples presencias aún vacías de semiosis que van llegando a sus depósitos cerebrales para abrir archivos en una memoria genéticamente heredada de la raza humana. Y allí van quedando, meros representámenes insignificantes, significantes todavía sin significados ni interpretantes.
Fortalecido con los errores cometidos por su padre Bartolomé, don Juan decidió utilizar los actos más insignificantes de su vejez para el éxito del drama que debía consumarse en su lecho de muerte.
Entre tanto, sufrid como tantas otras impertinencias se sufren en este mundo, el relato de dos recuerdos
insignificantes: la doliente historia de una mariposa blanca y una araña negra.
Gustavo Adolfo Bécquer
Las institutrices y damas de compañía que a veces tienen que ir con las muchachas o con los niños, en los bailes infantiles, y a quienes no se decide nadie a dar la mano, aunque ellas hacen sus conatos de adelantarla tímidamente; las parientas pobres,
insignificantes, embutidas en un traje mil veces remendado y que fue desecho de su rica parienta; las feas de solemnidad, a las cuales nadie lleva el buffet ni da un rato de palique: las cursis francamente cursis, que parece que tienen la peste y van mendigando un saludo y una palabra..., y, sobre todo, los músicos.
Emilia Pardo Bazán
Zeus exclamó en el lugar honorífico de la mesa de debates: Resulta ahora que todos los héroes son invenciones, tanto que se equiparan a esos simplones de Tarzán, Superman, Batman y muchos otros manes inventados por mentes frívolas y sin grandiosidad, empeñadas en distraer y ofrecer alivio a las frustraciones de los insignificantes hijos de la prole y de sus explotadores.
Desde la barca parecían insignificantes, pero en medio del mar, hundido hasta el cuello y obligado a un continuo manoteo para sostenerse, le asfixiaban, le golpeaban con su sorda ondulación, abrían ante él hondas y movibles zanjas, cerrándolas en seguida como para tragarle.
Los que parecemos insignificantes, según lo pregonan ellos, cuando nos unimos, podemos ser tan poderosos o más que los que se la dan de invencibles.