Yo le ofrecí She, de Rider Haggard, y queriéndole dar alguna explicación sobre esta obra, añadí: «Es un libro algo extraño, pero lleno de un oculto sentido… Lo eterno femenino; la inmortalidad de nuestros afectos.» «Lo he leído ya -me interrumpió-.¿No tienes nada tuyo?» «No; las obras que me han de
inmortalizar no han sido escritas todavía.» «Entonces, ¿cuándo vas a publicar las Aclaraciones que nos tienes anunciadas y de las que dijiste que estarían a nuestro alcance?» Adivinando que mi interlocutora hablaba aquí por cuenta ajena, guardé silencio y pensé en la violencia que me cuesta dar a la publicidad mi trabajo sobre los sueños, en el que me veo obligado a revelar tantas intimidades.
Sigmund Freud
Los historiadores mejicanos, siempre que se ocupan de su virrey marqués de Casafuerte, le dan el dictado de El Gran Gobernador, justiciero dictado que basta para
inmortalizar el nombre del virrey limeño.
Ricardo Palma
Los mármoles esculpidos con sus correspondientes inscripciones, que devuelven alma y vida a los heroicos caudillos que sucumbieron; la fuga precipitada de Aníbal con sus pavorosas amenazas, y el incendio de la impía Cartago, no realzan con tan magníficos loores, como las Musas de Calabria, la gloria del que supo inmortalizar su nombre en los campos africanos.
Discípulos del genio, testigos sordos y ciegos del sublime soliloquio de una conciencia superior; por ilusión suya y vuestra, creéis
inmortalizar el perfume de su alma, cuando embalsamáis con drogas y por recetas su doctrina.
Leopoldo Alas
Este no busca la fama; sus ambiciones no llegan a conquistar para la humanidad nuevos dominios; no lleva consigo instrumentos de observación, para tratar de enriquecer la ciencia con descubrimientos que podrían inmortalizar su nombre.
Horas de infinito recogimiento en que medito en el plan que ha de inmortalizar mi memoria, lecturas de Shakespeare y de Milton, en el silencio de las madrugadas insomnes, ¡cuán lejos estáis del brutalismo gozador de mis noches parisienses en que, tras de una cena de langosta a la americana y champaña extra dry, la alcoba de la Orloff oía mis gritos de salvaje voluptuosidad y su cuerpo delicado se lastimaba estrujado por mis manos gozadoras!...
FRANCISCO HIDALGO ha llegado también a inmortalizar su nombre y a colocarlo en el corazón de esta Sección Patria, con la recordación y homenaje perenne de las generaciones, dejada a sus pies, como lámpara votiva, siempre ardiendo en plegarias cívicas para el meritísimo Sacerdote.
Todos estos pensamientos pasaron por su frente. Era el Tabulario depósito de archivos, precaución inútil de la soberbia romana para inmortalizar lo pasajero, lo deleznable.
Los mercaderes que nos venden géneros, no son el comercio; éste se distingue substancialmente de las personas que intervienen en su circulación, y las privaciones personales inherentes a todo nuevo plan, jamás han contenido la ejecución de aquellos arbitrios, que felices circunstancias preparan para inmortalizar la época de un gobierno benéfico.
FRANCISCO HIDALGO, como autor y empresario de la SEGUNDA FUNDACION DE PIÑAS EN 1870, con asiento en el lugar actual, se hace un imperativo de deber ineludible y de gratitud, que la progresista Ciudad de Piñas, levante como una sola voz su petición al Ilustre Ayuntamiento y al Gobierno Central, para inmortalizar en el BRONCE el nombre del distinguido y benemérito patricio, ubicándolo con el elocuente lenguaje de su presencia en el mismo corazón de su Ciudad, que la edificó con visión de profeta, fundada en ese Valle alegre y fructificado del Río Pinas, para que la población se vaya extendiendo hacia las playas de!
Esto es llano como el cigarro de Guadalupe, «yo fumo y usted escupe», o como el festín de Daroca, en que el pueblo puso las viandas y el alcalde la boca. Y no hizo don Cirilo más justicias por aquel día. Pocas, pero morrocotudas y como para
inmortalizar su nombre.
Ricardo Palma
A propósito de inscripciones, habiendo probado en la oración fúnebre el padre Ponce de León, de la orden mercenaria, que la casa de Austria desciende de Príamo, último rey de Troya, se hizo para
inmortalizar este descubrimiento genealógico el epitafio que sigue, y que es portuguesada en forma: «¡Caminante!
Ricardo Palma