Gritos de triunfo, sacudido el viento hará que al éter resonando suban, O eterna muerte cubrirá a la Grecia En noche
infanda y soledad profunda.
José de Espronceda
Este varón que nos condujo el cielo para el bien de la patria, concebido había una ardua empresa, a cuyo alcance no llegara el soldado ni el vecino, él veía cuanta sangre ya vertiera mucha parte del pueblo; los gemidos su compasivo espíritu escuchaba, de tanta viuda y pobre huerfanillo, reliquias tristes de la
infanda guerra; de allí pasando al anchuroso Río en raudo vuelo hasta Montevideo, sus habitantes ve, que allí afligidos arrastran bajo el ánglico gobierno del cautiverio los pesados grillos.
Vicente López y Planes
Y á su piedad, que de la infanda guerra con los poderes del abismo extremos, dándola un Redentor, salvó á la tierra, Nuestra voz suplicante elevarémos, y con santa oracion y alma contrita juntos por nuestros hijos rezarémos.
¡De Edipo descendencia! Digna de lloro es vuestra suerte infanda, Calamidad que las palabras vence. (Traen a la escena los cuerpos de ETEOCLES y POLINICES.) Vedlos aquí...