Y Fernando contribuía inconscientemente a hacer más intenso este ambiente de amor, con sus constantes himnos a lo bello y amable.
Al recordarla, recordé también los años que llevaba sin verla, y pensé que en otro tiempo mi hábito monástico hubiera despertado sus risas de cristal. Casi inconscientemente, le dije a Fray Ambrosio: —¿La Duquesa vive siempre en Estella?
se quiere contribuir consciente e inconscientemente, no importa, a afirmar algo que no tiene ningún sostén, a afirmar la vieja ilusión, la vieja mitología de que sólo con la lealtad vertical y subordinada ante el Estado encarnado por la burocracia, se puede salir de la crisis nacional y avanzar en la construcción de México.
Con tales elementos la fantasía de la mujer trabajaba
inconscientemente, al mitigarse un poco por el aletargamiento del dolor que la descuartizaba.
Emilia Pardo Bazán
Vuestra reunión, más que el cumplimiento de un acuerdo y de una prescripción reglamentaria, representa el momento destinado a tomar una determinación reflexiva antes de seguir obrando, por no decir rodando, inconscientemente por el despeñadero de los acontecimientos.
La dirección del cuadrúpedo estaba entera y absolutamente confiada al que iba delante, tarea grave y trascendental, no solo por las veleidades fantásticas de la bestia y por la necesidad de cortar campo, sino por la preocupación incesante del jinete para evitar la probable operación de la talla, practicada
inconscientemente por la cruz pelada y puntiaguda, a favor del convulsivo movimiento de una manquera tradicional.
Miguel Cané
verdadera hacedora de paraísos terrenales, elemento primordial de la riqueza pastoril, que los que no la tienen reclaman a gritos, y que tantos otros desperdician inconscientemente; pues dejar de aprovecharla hasta la última gota cuando se tiene poca, o todo lo que de ella se necesite, cuando abunda; o permitir que perjudique en demasía, cuando, el drenaje, se puede hacer de campos, al parecer inservibles, emporios de riqueza, es todo uno y demuestra ignorancia, rutina y dejadez.
Su rostro varonil y su arrogante presencia me conmovían profundamente y yo, como una tonta, le demostraba
inconscientemente mi debilidad, mis dormidos deseos de sexo, de un sexo diferente al cotidiano de esposa santa...
Antonio Domínguez Hidalgo
a pluma ha corrido
inconscientemente; quería hablar del antagonismo entre porteños y provincianos, y heme aquí bien lejos de mi objeto.
Miguel Cané
Sí, sí, hay un aburrimiento inconsciente. Casi todos los hombres nos aburrimos inconscientemente. El aburrimiento es el fondo de la vida, y el aburrimiento es el que ha inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor.
Y tuvo mil ocasiones, mientras duró esa temporada de aburrido veraneo, en medio de zumbantes torbellinos de mosquitos hambrientos, sin más distracción que el desfile por la polvorienta calle Santa Fe, de las carretas de bueyes que llevaban con recelo a la ciudad moribunda verduras para el puchero, o la rápida disparada lejana, asustada y asustadora, de los carros llenos de difuntos, hacia el cementerio nuevo, recién habilitado y repleto ya, de la Chacarita, de maldecir a Musterini, el especulador loco, el «amigo» a quien debiera tantos males. Inconscientemente le achacaba lo inconfortable de la choza...
Torres me hizo ordenar que me le presentara, y como el tribuno francés, a quién plagiaba
inconscientemente, contesté que sólo cedería a la fuerza de las bayonetas.
Miguel Cané