ntre 1815 y 1816 el marino irlandés al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Guillermo Brown, encabezó una expedición de corso a las costas sudamericanas del océano Pacífico Sur con el objeto de hostilizar el comercio marítimo realista español y obtener recursos pecuniarios.
Belgrano fue el último en dejar la ciudad deshabitada. El general Pío Tristán envió sus avanzadas a hostilizar a los que se retiraban, dirigidos por el coronel Agustín Huici.
Cuando Bolívar unificó el país bajo su mando, se presentó ante él en Lima y solicitó que se le confiara las guerrillas en las vecindades de La Oroya, para hostilizar a los realistas.
Acompañado de apenas seis soldados y de un religioso con el dominio del idioma, para no hostilizar a los indígenas, Moreno retornó a la desembocadura del río Ceará.
Descontento por la elección de Orbegoso, Gamarra quiso imponer a toda costa a su candidato Bermúdez, y azuzó a sus partidarios a hostilizar al nuevo gobierno.
Hábilmente, López de Legazpi evitó hostilizar a los moradores de las islas, que se decía que «enseñaban ni más por más las vergüenzas al aire».
Los realistas pretendieron bajar por la Quebrada del Toro para cortar la retirada de los rioplatenses. El brigadier Tristán envió sus avanzadas a hostilizar a los que se retiraban, dirigidos por el coronel Agustín Huici.
Armenia, el primer país oficialmente cristiano del mundo (desde el año 301 cuando Gregorio el Iluminador convirtió al rey Tirídates III, se opuso fuertemente al abandono de su fe; el clero armenio respondió al rey Yazdegerd II con estas palabras: Los persas mandaron cerca de setecientos magos y sacerdotes para convertir a la población armenia, pero algunos arzobispos armenios incitaron a los armenios a hostilizar a los sacerdotes persas.
En su lugar, Williams prefirió bloquear el puerto de Iquique y desde allí hostilizar los puertos peruanos del Departamento de Tarapacá.
Desde el comienzo no se le abonaba su sueldo de gobernador. El alguacil de la Real Audiencia, Francisco de Arévalo, era el instrumento de ese tribunal para hostilizar al gobernador.
Los segundos pensaban que era necesario ir más lento, primero bloquear Iquique y luego hostilizar a los pobladores de Tarapacá, de tal modo que se fuera escalando paso a paso hasta llegar a Lima Tanto el Ministro de la Guerra, Rafael Sotomayor, que murió en plena campaña desplomándose sobre su escritorio de trabajo, como su reemplazante, José Francisco Vergara, debieron dirigir el curso de las operaciones considerando la posición de los uniformados.
Los mexicas los instaban a intentar cruzarla, pero Cortés no quería repetir la situación de quedar encerrados dentro de Tenochtitlán y se limitó a hostilizar las cabeceras de la calzada, pidiendo parlamentar con enviados de Cuauhtémoc, esperado obtener una rendición.