Corrió aquí y allá para recoger combustible, pero todos los objetos que encontraba eran demasiado pesados y no podía arrojarlos al fuego, dada la distancia que le imponía el calor. Desesperado, lanzó su sable a la hoguera: se rendía ante las fuerzas superiores de la naturaleza.
La ceniza de Julio César dice bien esto entre las brasas de Servilia, que en una centella que invió con él después de tantos días, le dejó en las entrañas abrigado el incendio, y disimulada en amor paternal la hoguera.
Fué mi paso por la vida como potente florecimiento de todas las pasiones: Uno a uno, mis días se caldeaban en la gran hoguera del amor: Las almas más blancas me dieron entonces su ternura y lloraron mis crueldades y mis desvíos, mientras los dedos pálidos y ardientes deshojaban las margaritas que guardan el secreto de los corazones.
Irreflexivamente le respondí que sí; pero luego, atacado por un escrúpulo que me produjo el recuerdo de una bárbara costumbre practicada en aquel país, le pregunté: "-Pero, díme, en este país, ¿las viudas no están condenadas a la
hoguera?
Roberto Arlt
Y hasta juró en su coraje Que al fin con culpa ó sin ella Iba á hacer en la doncella Grave escarmiento y ultraje. Y á no dar en conclusion Con el galan que tenia En la hoguera moriria La mitad de la nacion.
El fuego ahuyenta las bestias; agreguemos combustible a nuestra
hoguera y su radio lumínico crecerá, y dominando a la oblicua pupila del felino, dilatará nuestro campo.
Práxedis G. Guerrero
Y asi en su justicia grande »El Dios sumo á quien apelo »Vea lo cierto en el cielo »Y si no me lo demande.» Calló aqui el mal caballero Y al ver que en la turba inmensa No hay quien salga á la defensa Lo dieron por verdadero. A doña Luz condenaron A morir en una hoguera Si desmentir no pudiera Lo que alli la demandaron.
Este hecho indiscutido, esta sensación que hace que el perseguido sienta aun en los momentos del tormento la infinita superioridad que lo distingue de su perseguidor; esa sensación de estar luchando por la buena causa que hizo exclamar a Giordano Bruno al ser condenado a la hoguera: “Estoy más tranquilo en este banquillo que Uds.
Entre los labios la palabra muere de pereza, y al sol el nardo adquiere un acre olor a sexo femenino. Arde el jardín en la estival hoguera y en su gran pebetero se consume todo el aroma de la Primavera.
cejijunto por la concentración dolorosa de un pensamiento naciente, se aproximó a la
hoguera encendida por el rayo en la selva prehistórica.
Vicente Blasco Ibáñez
Y juraba en su coraje Que á hallar falta en la doncella Habia de hacer en ella Grave escarmiento y ultraje. Y á caerle entre las manos El galan (si al fin le hubiera) Moririan en la hoguera Como patanes villanos.
¿Qué es más que una ilusión?, menuda chispa que en su mente febril brotando informe llega a hoguera voraz; grano de arena que empieza en grano y que concluye en monte.