uando la mulata noche con sus higas de azabache, sale a estrellarse con todos lleno el rostro de lunares; cuando brujas y lechuzas a lustras tinieblas salen, a chupar lámparas, unas, y otras a chupar infantes, me salí confuso y triste a buscar un consonante ¡forzosa pensión de aquéllos que comen uñas y guantes!
Requieran las castañetas y bájense a refregar las manos por esa arena o tierra del muladar. Todos lo han hecho muy bien, no tengo qué les rectar; santígüense, y den al diablo dos
higas de su higueral.
Miguel de Cervantes Saavedra
Pero Picado se sintió, como su nombre, picado; y aquella tarde, que era la del 5 de junio, se vistió un jubón y una capetilla francesa, bordada con
higas de plata, y montando en un soberbio caballo pasó y repasó, haciendo caracolear al animal, por las puertas de Juan de Rada, tutor del joven Almagro, y del solar de Pedro de San Millán, residencia de los doce hidalgos; llevando su provocación hasta el punto de que, cuando algunos de ellos se asomaron, les hizo un corte de manga, diciendo: «Para los de Chile», y picó espuelas al bruto.
Ricardo Palma
Salas de joyería (Salas IV, V, VI y VII), en las que se pueden apreciar piezas de azabache (rosarios, collares, higas…); pendientes de arracada y de calabaza, entre otros; collaradas, coraladas (grandes collares de coral)… Elemento importante de esta indumentaria popular es el tradicional mantón de Manila.
Alfonso XI a Lope de Salazar en premio de haber muerto en desafío a un gigante moro que vestía marlota colorada con higas de oro...
En repostería destacan las higas albardadas en el carnaval, las paciencias, el mostillo de miel, el bollo de azúcar y la cuajada.
Paella con caracoles. Paella valenciana que aquí es típica en su variedad con caracoles. Pastizos e higas albardás. Repostería de la comarca.
Es un panecillo alargado y elaborado a partir de harina, agua, sal y levadura, el cual se adornaba en un extremo con una rama de albahaca, cubierto con azúcar y anises de colores. Higas Albardás.
Se toman las higas se les quita el pezón y, después de abrirlas por el medio, se rebozan con la pasta friéndolas en aceite hirviendo.