7.- Servicio es el trabajo que se presta con heroísmo, desinterés o abnegación, con ánimo de contribuir al bien superior que España representa.
Nos lo enseña Vietnam con su permanente lección de heroísmo, su trágica y cotidiana lección de lucha y de muerte para lograr la victoria final.
— ¡Mis hijos! — El recuerdo de vuestro heroísmo en defensa de la independencia Oriental, queda grabado en mi corazón para siempre.
Las cualidades manifestadas en la guerra no serían sino reflejo del esfuerzo, de la perseverancia, del heroísmo que ostentaríamos en las obras de la paz.
La nueva desgracia que se ha buscado mi incorregible y muy amado pariente don Jorge de Córdoba, a quien nadie mandaba echar su cuarto a espadas en el jaleo de ayer tarde (pues que está de reemplazo, segun costumbre, y ya podría haber escarmentado de meterse en libros de caballerías), es cosa que tiene facilísimo remedio, o que lo tuvo, felizmente en el momento oportuno, gracias al
heroísmo de esta gallarda señorita, a los caritativos sentimientos de mi señora la generala Barbastro, condesa de Santurce, a la pericia del digno doctor en medicina y cirugía, señor Sánchez, cuya fama érame conocida hace muchos años, y al celo de esta diligente servidora...
Pedro Antonio de Alarcón
Nosotros consideramos que el sentimiento del deber, profundamente arraigado en una naturaleza de hombre, es capaz de contener por tres horas el mar de demencia que lo está ahogando. Pero de tal
heroísmo mental, la razón no se recobra.
Horacio Quiroga
¡Cómo podríamos mirar el futuro de luminoso y cercano, si dos, tres, muchos Vietnam florecieran en la superficie del globo, con su cuota de muerte y sus tragedias inmensas, con su heroísmo cotidiano, con sus golpes repetidos al imperialismo, con la obligación que entraña para este de dispersar sus fuerzas, bajo el embate del odio creciente de los pueblos del mundo!
Pero algunos lectores no sabrán que la tal heroína es la difunta esposa del Restaurador, patrona muy querida de los carniceros, quienes, ya muerta, la veneraban como viva por sus virtudes cristianas y su federal
heroísmo en la revolución contra Balcarce.
Esteban Echeverría
Vuestro heroísmo, vuestra constancia, vuestra abnegación, vuestra nobleza, me han servido de estímulo inmenso en los días de lucha y de prosperidad, y de fortísimo sostén en las amarguras, en los sufrimientos, en la terrible inacción, la más dura de todas las cruces, la única que ha quebrantado mis hombros en mi vida de combate.
Si Lavalleja no hubiera encabezado la “Cruzada de los Treinta y Tres” – lance de heroísmo que dejó absortos de admiración a los contemporáneos y que sólo tiene par en el proceso de la disgregación de América Indiana en la invasión a Venezuela de los 44 que condujo Mariño desde el islote de Chacachacare a Guiría el 12 de enero de 1813 – es muy posible – para mí es seguro – que los hijos de los hijos de los testigos de sus trabajos y luchas apenas sabríamos borrosamente que fue un buen soldado en el sentido de “peleador” incansable y valeroso.
El espectáculo de su austera satisfacción encierra un ejemplo que apreciamos debidamente. Ser dignos de la victoria requiere un máximo de heroísmo.
Su silencio es mejor que su verbo glutinoso. Escondiéndose dentro de ellos mismos, hacen honor al
heroísmo que sucumbe en los potros dictatoriales.
Práxedis G. Guerrero