Y no sólo acomodamos el nombre de culto a los objetos a que nos rendimos con religiosa humillación, sino también a algunos que nos están sujetos; pues de este verbo sacan su etimología los agrícolas, los colonos e íncolas, y a los mismos dioses no por otra causa los llaman celícolas, sino porque son íncolas o moradores del cielo, no reverenciando a éste, sino a los que habitan y moran en él, como unos colonos y habitantes del cielo; no como se llaman colonos los que deben el arrendamiento de las tierras, por utilidad o fomento de la agricultura o labranza, a los señores que las poseen, sino como dice un célebre autor de la lengua latina: «Una ciudad antigua fue ya en cierto tiempo habitada por los colonos tirios.» De íncolo...
Blanqueando las paredes, pintando las maderas, como se hace después de cualquiera enfermedad, todas las casas se habitan hoy día luego que deja de existir en ellas la víctima de ese terrible padecimiento, que sólo curan los viajes de mar con privilegio exclusivo. -Pues entonces, ¿cuál es el que tiene esa casa para no ser habitada?...
594.- Se reputan dependencias de una casa habitada los patios, corrales, jardines y cualesquiera otros terrenos cerrados, así como los trojes, pesebreras, y cualesquiera otros edificios contenidos en ellos, cualquiera que sea su uso, aun cuando formen un cercado particular dentro del cercado general.
-Convengo -repuso el caballero- que eso debió de ser una cosa atroz para los que a la sazon la vivían, y terrible para los allegados y los parientes de la víctima; pero no creo sea razón suficiente para que, andando el tiempo, quede por ese motivo una casa condenada a ser demolida, o a existir sin ser habitada.
595.- Los parques móviles, destinados a contener ganado en los campos, de cualquier modo que estén hechos, se reputan dependencia de casa habitada cuando están establecidos sobre un mismo espacio de terreno con las cabañas movibles u otros abrigos destinados a los guardianes.
El Padre del Verbo dijo «hágase», y lo que, diciéndolo el mismo Señor, se hizo, sin duda, se hizo por el Verbo; y sobre lo que dice que vio Dios que era bueno, no se nos significa bien claro que Dios, sin necesidad alguna suya, sino solamente por su bondad, hizo lo que hizo esto es, porque es bueno; y lo dijo después de haberlo hecho, para indicarnos que el objeto que fue criado cuadra y conviene a la bondad de aquel por quien fue hecho; cuya bondad, si se entiende que es el Espíritu Santo, toda la Trinidad se nos manifiesta en sus obras. De aquí la Ciudad Santa habitada de los angélicos espíritus celestiales, toma su origen, su información y bienaventuranza.
17(13-18) Enviólos, pues, Moisés á reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid por aquí, por el mediodía, y subid al monte: 18(13-19) Y observad la tierra qué tal es; y el pueblo que la habita, si es fuerte ó débil, si poco ó numeroso; 19(13-20) Qué tal la tierra habitada, si es buena ó mala; y qué tales son las ciudades habitadas, si de tiendas ó de fortalezas; 20(13-21) Y cuál sea el terreno, si es pingüe ó flaco, si en él hay ó no árboles: y esforzaos, y coged del fruto del país.
Está habitada por toda clase de animales y por hombres, unos en medio de las tierras y otros alrededor del aire, lo mismo que nosotros alrededor del mar.
Esto, pues, estando tanto peor alojado que los más pobres mosqueteros, cuanto es peor que una barraca un hospital, siendo así que Fraga lo ha sido de todo el campo, habitada del horror de heridos y muertos: sitio menos seguro de la enfermedad y del enemigo, que los cuarteles.
Y en fin entre su equipage Con esplendidez estraña Hasta tiendas de campaña Para las siestas del viage. Cuyas cosas en Castilla Por gente sóbria habitada Tuvieron boga sobrada, Rayando en la maravilla.
Por esta causa nosotros entramos a una bahía(La Herradura) no lejos al sur de la ciudad de Cyppo( La Serena ) habitada por los españoles, en 29°30 minutos, donde tuvimos certeza segura de nuestros hombres, en el numero de catorce, para buscar que conveniencia tenia el lugar y que nos ofrecía para quedarnos ahí, pero fuimos inmediatamente detectados por los españoles de la ciudad de Cyppo (La Serena era denominada "ciudad de Coquimbo") anteriormente mencionada, quienes rápidamente llegaron a ser trescientos soldados, y al menos cien de ellos eran españoles, cada uno bien montado sobre sus caballos, el resto eran nativos, corriendo como perros tras nosotros, todos desnudos en su más miserable servidumbre.
El Tratado de Tlatelolco tiene una importancia singular. Es la creación de la primera zona habitada en el mundo libre de estos mecanismos de aniquilación.