Burla y escarnio de los hombres sea eternamente el ángel hechicero que juma como juma un granadero, y echa más humo que una chimenea.
Podría ser el testimonio de Isidoro Suárez, el granadero de Junín, quien al terminar la guerra felicitaba a Lavalleja “ por la paz honrosa habida entre el Imperio del Brasil y el Estado Oriental ”.
lo siguiente: Nuestra pérdida en esta acción ha sido solamente de un Granadero y un Nacional; la del enemigo no puedo detallarla; pero sí aseguro a V.
El escuadron perdió un granadero muerto, y dos heridos, despues de haber batido á un número tan superior de enemigos en el territorio de Quito.
Era llevar a seguro sacrificio a los pocos valientes que lo acompañaban, sin probabilidad de que ese sacrificio salvase a los vencidos en Torata y Moquegua. Fue entonces, en ese momento de suprema angustia, cuando un
granadero, llamado Serafín Melvares, exclamó: -¡Un Necochea aquí!
Ricardo Palma
-Ayer -respondió el hombre-; yo los vide entrar en el coche real del ferrocarril, y cuenta que si los pude ver es porque cuando serví al rey era granadero, y porque en la estación cogí sitio ende temprano.
(es decir, las abuelas de los nietos de los afrancesados; que no las mías, a Dios gracias), ya bailaban, digo, con los oficiales vencedores en Marengo, Austerlitz y Wagram, y aun había ejemplo de que alguna beldad despreocupada, con peina de teja y vestido de medio paso, que era la suma elegancia en aquel entonces, hubiese mirado con buenos ojos a éste o aquél
granadero, dragón o húsar nacido en lejanas tierras: ya extendían los curiales toda clase de documentos públicos en papel que había sido del reinado de don Fernando VII, y al cual se acababa de poner la siguiente nota: «Valga para el reinado del Rey nuestro señor D.
Pedro Antonio de Alarcón
Era uno de esos tocados de orden compuesto, en el que se encuentran reunidos los elementos de la gorra de granadero, del chapska1, del sombrero redondo, de la gorra de nutria y del gorro de dormir; en fin, una de esas pobres cosas cuya muda fealdad tiene profundidades de expresión como el rostro de un imbécil.
En la asociación obrera se congregaban, además de los alemanes y los suizos, todas aquellas nacionalidades a quienes el idioma alemán sirve preferentemente para entenderse con los extranjeros; es decir, principalmente, escandinavos, holandeses, húngaros, checos, sudeslavos y también rusos y alsacianos. En 1847, era huésped asiduo de la asociación, entre otros, un granadero de la guardia inglesa, que venía de uniforme.
Entre tantas acciones brillantes de los oficiales y tropa del escuadron, es difícil hallar la de mas mérito: sin embargo es preciso nombrar al valiente sargento mayor graduado, capitan D. Alejo Bruix, al teniente D. Francisco Olmos, á los sargentos Diaz y Vega y al granadero Lucero. Tengo el honor de asegurar á V.
Al mismo tiempo me entero que faltaban dos granaderos, que habían desaparecido. A mi hermano se lo llevaron el 22, a otro granadero el 26 y al otro granadero el 27.
Este granadero manifiesta que lo único que puede decir es que mi hermano lo había nombrado a él y al otro granadero, Campos, que había pertenecido a una unidad básica del conurbano.Campos había estado manipulando un teléfono en la casa de Olivos.