Primeramente examina las tierras y su posición; en seguida las leyes del mar que las rodea, sus flujos y reflujos alternos; y después contempla el intervalo que media entre el cielo y la tierra, lleno de asombros, y ese espacio en el que estallan con fragor los truenos, los rayos, el soplo de los vientos y las nubes que lanzan la nieve y el granizo: después de pasear por las regiones inferiores, álzase a las superiores, goza del magnífico espectáculo de las cosas divinas, y recordando su eternidad, camina en medio de lo que fue y de lo que será en todos los siglos.
Bolívar podía pensar y concentrarse en su trabajo intelectual así en el trágico fragor de las batallas como en el alegre bullido de las fiestas nada lo turbaba.
Entonces los cínifes preludiaron con grandes trompetas el fragor horroroso del combate; y Zeus Cronida tronó desde el cielo, dando la señal de la funesta lucha.
Así la libertad española desapareció en medio del fragor de las armas, de cascadas de oro y de las terribles iluminaciones de los autos de fe.
allá el muezzín que murmura una sura del Korán: allá lejana campana de cristiana catedral: allí la audaz gritería de insurrección popular; allá arrullo de palomas; allí el fragor de un volcán; allí la trompa de guerra, un mandolín más allá: aquí el brindis de la boda, allí un salmo funeral… todo el rumor de la tierra; más lejos… el de la mar…; más lejos… los ruidos vagos del aire en la inmensidad: una aura que en él suspira… un eco que en él expira… un átomo que en él gira… un vagido…, un son fugaz que en él vaga, que vacila, que se apaga, que titila, que se queja, que se aleja, que se va; que perdido ya no da son ni ruido… ¡Se fué ya!
Brotó la tempestad: rompió el nublado Su henchido vientre, y con fragor crujieron El rayo de las nubes desatado Y el granizo con furia desgajado Que el paso audaz del huracan siguieron.
En la orilla parado el caminante, ve el puente ceder al agua bramante, con gran
fragor de trueno que amedrenta la bóveda de su arco se revienta.
Friedrich von Schiller
El
fragor con furia crece constante y así una ola tras otra se sucede, una hora a la siguiente el turno cede, su angustia ya es coraje delirante, se arroja audaz al frenesí bramante.
Friedrich von Schiller
Estos, dando amenazadores gritos, guiaban los corceles de los carros con
fragor inmenso; y Febo Apolo, que iba delante, holló con sus pies las orillas del foso profundo, echó la tierra dentro y formó un camino largo y tan ancho como la distancia que medía entre el hombre que arroja una lanza para probar su fuerza y el sitio donde la misma cae.
Homero
Y mientras retumba el abrir y cerrar de antiguas arcas y alacenas, de donde se está sacando la vajilla, la plata tomada y la mantelería amarillenta, resuenan los pasos de mozos y criadas que cruzan desvanes y galerías, y se oyen disputas y controversias, y el
fragor de un plato que se estrella, y de un vaso que se rompe, y el cacareo de las gallinas a quienes se retuerce a deshora el pescuezo; y se percibe el chirrido del aceite frito, perfumándose la casa toda con su penetrante aroma.
Ángel de Saavedra
Vimos el rojo Tíber, rebatidas con fragor sus ondas en el litoral etrusco, lanzarse a destruir el monumento del rey Numa con el templo de Vesta; y orgulloso de ser el vengador de su desolada esposa IIía, desbordarse por la siniestra ribera sin la aprobación de Jove.
Verás cinco planetas siguiendo diferentes rumbos, y en su contraria marcha resistiendo a la fuerza que arrastra al mundo: de sus menores movimientos depende la fortuna de los pueblos: allí se deciden las cosas más grandes y las más pequeñas según se presenta astro propicio o adverso. Admirarás las nubes amontonadas, las aguas que caen, los oblicuos rayos y el fragor del cielo.