Se utilizan en perfumes y cosméticos (como el aceite de bergamota) y en fototerapia tópica. El mecanismo de fototoxicidad (figura 1) es de tipo no fotodinámico.
Por ello, el mecanismo de fototoxicidad es de tipo fotodinámico; conduce a la formación de oxígeno singlete, responsable del daño tóxico.