Mas, ea, no hablemos de estas cosas, permaneciendo ociosos como unos simples; no sea que alguien nos increpe duramente. Ve a la tienda y toma la
fornida lanza.
Homero
Su padre, el buen turco sólido y estable, de quien quizás había heredado la espalda fornida y esa frente suya de bucráneo, el buen turco humilde, de entusiasmos resoplantes, pero llenos de una inmediata sensatez, exaltado en el bochorno de la íntima tertulia, a una representación de gran turco presidía esta imposible sesión del desahogo pecaminoso y clandestino, blandamente recostado en el diván, en la actitud sultánica del que medita voluptuosidades mientras fuma, como él fumaba al narguilé...
Palas Atenea te hará sucumbir pronto, herido por mi lanza, y pagarás todos juntos los dolores de mis amigos, a quienes mataste cuando manejabas furiosamente la pica. En diciendo esto, blandió y arrojó la
fornida lanza.
Homero
La Mayorazga, fornida, alta de pechos y de ademán brioso, con carrillos de manzana sanjuanera, dedada de bozo en el labio superior, dientes recios, manos duras, complexión sanguínea y expresión franca y enérgica.
El recién llegado era un hombre alto y de anchura proporcionada y hasta armoniosa; aire enhiesto; gran cráneo sobre la herradura fornida de un maxilar inferior que reposaba recogido y armado de excesiva dentadura para mascar cabezas y troncos enteros; el declive de los carrillos anchábase de arriba abajo.
El divino Alejandro, esposo de Helena, la de hermosa cabellera, vistió una magnífica armadura; púsose en las piernas elegantes grebas ajustadas con broches de plata; protegió el pecho con la coraza de su hermano Licaón, que se le acomodaba bien; colgó del hombro una espada de bronce guarnecida con clavos de plata; embrazó el grande y fuerte escudo; cubrió la robusta cabeza con un hermoso casco, cuyo terrible penacho de crines de caballo ondeaba en la cimera, y asió una
fornida lanza que su mano pudiera manejar.
Homero
La sala de la casilla tenía en su centro una grande y
fornida mesa de la cual no salían los vasos de bebida y los naipes sino para dar lugar a las ejecuciones y torturas de los sayones federales del Matadero.
Esteban Echeverría
Era Cata—como la llamaban—una mujer
fornida y hermosa, color de cobre, ojos muy negros velados por espesas pestañas, labios hinchados y rojos, abundosa cabellera, cuerpo en vigor extraordinario, entraña dura y acción sobria y rápida.
Eduardo Acevedo Díaz
Cuando esto hubo dicho, le dio un bote en el liso escudo: la
fornida lanza atravesó la luciente rodela, clavóse en la labrada coraza y levantó la piel del costado, pero Palas Atenea no permitió que llegara a las entrañas del héroe.
Homero
Héctor arrojó la reluciente lanza contra Automedonte; pero éste, como la viera venir, evitó el golpe inclinándose hacia adelante: la
fornida lanza se clavó en el suelo detrás de él, y el regatón temblaba; pero pronto la impetuosa arma perdió su fuerza.
Homero
Herido está el más fuerte de los aqueos; y no creo que pueda resistir mucho tiempo la
fornida saeta, si fue realmente Apolo, hijo de Zeus, quien me movió a venir aquí desde la Licia.
Homero
Y subiendo al flamante carro, asió la lanza poderosa, larga,
fornida, con que la hija del prepotente padre destruye filas enteras de héroes cuando contra ellos monta en cólera.
Homero