Con base en las declaraciones anteriores y en relación con los problemas más urgentes que la población enfrenta, la Cámara de Diputados estima necesaria la formulación de medidas en materia de vivienda, trabajo, salud, uso del suelo y reordenación urbana, tendientes a lo siguiente a) Elaborar un programa de vivienda para los damnificados, procurando mantener la identidad de los barrios urbanos y la relación entre estos y sus habitantes, reconstruyendo las viviendas dañadas, fomentando la autoconstrucción y estableciendo el equilibrio ecológico de un marco de seguridad en el que pueda proporcionarse servicios adecuados.
Queremos contribuir a la construcción de un mundo mejor fomentando que los niños, niñas y jóvenes asuman una ciudadanía crítica, responsable y participativa, comprometida activamente con la transformación de sus distintos entornos sociales, abierta a la cooperación con todas las personas del mundo.
i) Proseguir con los esfuerzos tendientes a la descentralización de la vida nacional fortaleciendo el desarrollo regional y fomentando la más amplia participación de la población.
Favoreciendo su adquisición y fomentando el desarrollo de formas asociativas de producción, mercadeo, financiamiento y transformación de productos.
El primitivismo, lo rudimentario ya no se da en esta nueva forma política; ella no se funda en el aislamiento ni en la ajada libreta donde figuran los deudores; maneja el crédito en grande y discrimina, al otorgarlo, de acuerdo con propósitos políticos; emplea el dinero en publicidad, en buscar apoyos, comprar o seducir influencias, aprovechando y fomentando la corrupción; ofreciendo créditos baratos a líderes o funcionarios, a dirigentes o militantes, negándoselos a los adversarios y otorgándoselos a los que pueden conseguir votos.
Por modos ocultos o aviesos, fomentando desconfianzas inmotivadas y celos y rencores sin sentido entre los pueblos hermanos, o el odio a la España fundadora, odio sin justificaciones ni decoro, pero que conducía a cerrar con siete llaves con los recuerdos del pasado, el de los tiempos de fecunda unidad, trabajaron tempranos y cautos cultivadores, especialmente entre los “hombres de casaca”, olímpicos y tediosos como el porteño Rivadavia.
El General Calles, como hombre de experiencia, debía haberse evitado este trance a que él sabía podía conducirlo su presencia en el país, manteniendo una actitud de despecho y de constante crítica a la Administración, fomentando con ello la pasión y ambición de sus llamados amigos, que en realidad fueron quienes lo llevaron por este camino, contra una Administración que sólo ha tratado de poner en práctica lo establecido con el Plan Sexenal, en el que el mismo General Calles y otros elementos que han participado en la Revolución, que ahora se manifiestan enemigos del gobierno, tomaron parte en formular su contenido.
Se añade a todo lo anterior disímiles disquisiciones en torno al diferente carácter de la colonización española y la inglesa, el espíritu de empresa como motor del progreso, los conceptos de patriotismo y libertad, el autogobierno, la superioridad de Norteamérica sobre Europa, la necesidad de alcanzar a Estados Unidos fomentando la inmigración, la educación y la economía.
Sustituyendo importaciones y fomentando exportaciones de productos característicos, el país, sustentándose en su agricultura, ganadería, recursos naturales y turismo, levantó una estructura industrial.
Hoy pueden venir y pueden reunirse, y no llamaremos nosotros a las madres de las víctimas para evitar conflictos, para evitar lamentables incidentes. Es indiscutible que manos enemigas de la Revolución han estado fomentando esos shows, los han estado fomentando y organizando.
No invertirlo en obras de beneficencia porque hace un bien por un lado y hace un mal por otro, le quita a un pobre para darle a otro pobre, combate un mal —que el Estado tiene otros muchos medios de combatirlo— fomentando otro mal.
El asegurar a los trabajadores su participación en las utilidades, no tan sólo dentro del concepto legal de dicha participación sino en general mediante la percepción de salarios suficientemente remuneradores, es también un resultado de la misma tendencia económica que sustenta el gobierno federal y que como usted acertadamente hace notar en su informe, merece ser objeto de especial protección para no reducir el valor adquisitivo del salario, fomentando especialmente un sistema de crédito que permita estimular las actividades de la producción y el establecimiento de organizaciones cooperativas...