Se me manda también a su madre, que no de exhortar se había, sino de engañar con astucia, adonde si el Telamonio hubiese ido, huérfanos estarían todavía ahora los lienzos de sus vientos.
Procura conseguir la palabra fiel que se ajusta a la doctrina, para que puedas exhortar con doctrina sana y argüir a los contradictores»(83).
La Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica tiene las siguientes atribuciones: a) Elaborar y proponer los programas de educación cívica y capacitación electoral que desarrollen las juntas locales y distritales ejecutivas; b) Coordinar y vigilar el cumplimiento de los programas a que se refiere el inciso anterior; c) Preparar el material didáctico y los instructivos electorales; d) Orientar a los ciudadanos para el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones político-electorales; e) Llevar a cabo las acciones necesarias para exhortar a los ciudadanos que no hubiesen cumplido con las obligaciones establecidas en el presente Código...
Para
exhortar a las tropas de su mando, Lavalleja y Rivera les decían: "Amigos: Vuestros Jefes os saludan, llenos del afecto con que siempre habéis distinguido nuestras personas y animados de vuestro decidido patriotismo, luego que nos habéis visto unidos para salvar nuestra digna patria os entregasteis al impulso y sin trepidar un solo momento han volado a seguirnos; nuestra gratitud será eterna, nueva muestra de vuestra noble confianza; nosotros afianzaremos hasta llenar vuestras dignas esperanzas y corresponderemos en un todo a vuestro empeño sagrado.
Luis Arcos Ferrand
Así, no se debe exhortar al criminal a que suba al cadalso, ni a que se presente al verdugo, ni advertir a este que disponga los instrumentos del suplicio de manera que la muerte se siga con prontitud, y que el paciente no se desfallezca; siempre a causa de la irregularidad.
Trabajó incesantemente como leal vasallo y como zeloso Sacerdote en exhortar á la debida obediencia y quietud á todos aquellos que en las revoluciones lastimosas de la guerra de succesion, fomentaban la discordia pasándose al partido opuesto: y en este tiempo escribió dos excelentes discursos, que intituló Desengaños, uno Católico, y otro Político, en donde enérgicamente prueba la obligación de la fidelidad, y utilidad del reynado triunfante.
Place ir a través de los altos astros, place las tierras y su inerte sede dejada en una nube viajar y en los hombros asentarse de Atlas, y a los diseminados hombres por todos lados y de razón carentes 150 abajo contemplar desde lejos, y agitados y de su final temerosos así exhortar y la sucesión revelarles de su hado: Oh género de los atónitos por el miedo de la helada muerte, ¿por qué a la Estige, por qué las tinieblas y nombres vanos teméis, materia de los poetas, peligros de un falso mundo?
Yo quiero exhortar a todos los directivos de las instituciones educativas de México y a todos los señores gobernadores de los Estados y Territorios, a que no tengan temor, que confíen en la juventud, que vayan a las instituciones educativas, que ayuden a los programas de servicio social, porque esto requiere intensamente el país; que se aparten de toda práctica de temor o estancamiento; que incluyan a sus propios hijos, que no los lleven por la senda que siguen los niños bien; que orienten a sus propios hijos y jóvenes; que estén en contacto con todos los jóvenes estudiantes; que envíen a sus hijos a las barriadas y al campo a servir a quienes más lo necesitan.
Por consiguiente, después de haberte preguntado, no ni dos, sino mil veces, he renunciado a hacer vanas súplicas, persuadido de que eres el hombre del mundo más capaz para exhortar a los demás a la virtud; pero que, una de dos cosas, o bien tu poder no pasa de aquí y no se extiende más lejos (lo cual puede suceder en todas las artes; por ejemplo, sin ser piloto, puede hacerse un elogio de este arte que pruebe cuán digno es de la actividad humana, y hacerse lo mismo con las demás artes; de suerte que tú mismo podrías acusarte de no conocer la justicia, ensalzándola al mismo tiempo hasta las nubes, por más que no sea esta mi opinión).
Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: "Cruz, cruz" y no hay cruz. Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infierno.
Pues bien: el mismo amor de Jesucristo, que desde el comienzo de nuestro dificil pontificado nos impulsó a trabajar por el retorno de la paz o a mitigar los horrores de la guerra, es el que hoy, conseguida ya en cierto modo una paz precaria, nos mueve a exhortar a todos los hijos de la Iglesia, y también a todos los hombres del mundo, para que abandonen el odio inveterado y recobren el amor mutuo y la concordia.
Pero, alabando a justo título sus trabajos y sus frutos, no podemos dejar de exhortar a los demás cuyo talento, ciencia y piedad prometen en esta obra excelentes resultados, a hacerse dignos del mismo elogio.