Jamás salieron de las aguas estigias, suscitados por la cólera de los dioses, monstruos más tristes ni peste más repugnante; tienen cuerpo de pájaro con cara de virgen, expelen un fetidísimo excremento, sus manos son agudas garras, y llevan siempre el rostro descolorido de hambre...
12 Y tendrás un lugar fuera del real, y saldrás allá fuera; 13 Tendrás también una estaca entre tus armas; y será que, cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento: 14 Porque Jehová tu Dios anda por medio de tu campo, para librarte y entregar tus enemigos delante de ti; por tanto será tu real santo: porque él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.
Todo lo que en otros países es locura,
excremento, Todo lo que lleva el signo de podrido desde el nacimiento, Todo lo que es pérfido y ávido, todo el Fanar, todos los "ilotas", Fueron escurridos hasta aquí y forman los patriotas, ¡ Hasta que los fanfarrones y los parlanchines, los imbéciles y los sotabarbudos, Los tartamudos con boca retorcida son los maestros de esta nación !
Mihai Eminescu
Eran preferibles algunos meses de cárcel que un día más de tortura: Nada más de recordar el tanque de agua sucia, el excusado lleno de
excremento y orines, los toques eléctricos en los testículos, se estremecía.
Antonio Domínguez Hidalgo
Buitres escatológicos -lástima del nombre portador de falsos dioses- vestidos de basura que arrasaron los muros de la huella rompiendo las paredes de una historia y al final solamente quedaron convertidos en albañales de excremento que apestan de maldad; devoradores de miserias que perdieron sus alburas de aves campesinas en tanto rejuego de caprichos y vendimias… Un día también en un sepulcro estarán para siempre sin luz… sin recuerdos alados sin nostalgias de sus palabras sembradoras sin los ruegos para su perdón, porque no atinaron a pensar -en su vileza- la inutilidad de su amarilla porqueriza.
Tú, como yo, te deleitas con las lágrimas perpetuas y los lamentos de los acusados; por oírlos, sin duda, has elegido ese lugar, siendo el único de los héroes que has querido vivir junto a los desgraciados: ten compasión de mí y salva a este tu vecino fiel. Nunca, te lo juro, nunca mancharé tu verja de madera con ningún excremento como hacen otros.
-No es el remiendo de la misma tela, muy bien pegado está, pero no cuela: yo traigo aquí guardados unos calzones puercos y sudados de un fraile picarón, que con vileza me ha compuesto esta noche la cabeza. Mírelos bien atento dibujados con manchas de excremento.
En tiempo de Luis XIV no era del buen tono morir sin pasar por las manos de un jesuita; y el pobrete iba en seguida a alabarse entre sus devotas de que había convertido a un duque y par, el que se hubiera condenado sin su protección. E1 moribundo podía decirle: ¿con qué derecho, o excremento de colegio, vienes a mi casa cuando me estoy muriendo?
Ya la fresca greda y el color que produce el excremento del cocodrilo resbalan por tu rostro, y en tus violentos espasmos haces temblar la cama y el suelo, y con estas coléricas palabras increpas mi flojedad: «Eres más hombre con Inaquia que conmigo.
Hace cagar a una muchacha A y a otra B. Luego obliga a B a comerse el excremento de A y a ésta a comerse el de B. Después cagan las dos y él se come ambas cagadas.
No la ahogada en podredumbre de dineros ni en placeres de poder acorralado; no la inerme paralítica de envidias ni la insulsa moral del
excremento, sino aquella del que sabe ser sobre el tener a cuestas; –desrejando albedríos– la del que busca saber tras la mentira maga; –antídoto del miedo– la del que sueña en volar sin importar las anclas y lucha desde la oscurera noche –acción erecta– hasta alcanzar la luz de la auroras rojas...
Antonio Domínguez Hidalgo
Se acomoda, empuja, un trozo de cagada se posa en el santuario donde el amor mismo no hubiera rehusado tener un templo. Se vuelve y con sus dedos hunde tanto como puede en la vagina entreabierta el sucio excremento que acaba de depositar.