Parece que las ex- comuniones se les convertian en salud: no quitaban sueno ni apetito. Hasta virreyes excomulgados tuvimos, y gober- naron como si tal cosa.
La moda era ser patriota; pero fray Pedro era refractario a ella. Para él los patriotas no eran sino propagadores de la herejía y
excomulgados vitandos.
Ricardo Palma
Nullus amoveat sub pena excommunicationis (Item: De nada sirve la confesión hecha al confesor para obtener la absolución de la sentencia de excomunión a que el hereje pueda estar sujeto, desde el momento en que se comete el crimen.) Item: Todos los que sepan algo de las cosas mencionadas en el presente edicto, o de otras herejías, y no se presenten a denunciar 'y declarar las mismas quedan por la presente excomulgados y no pueden ser absueltos por sus confesores.) El doctor De Mandato sue Palacio, inquisidor.
Esta carta que se encuentra a continuación de las obras de Pedro de Blois, dice, que esta fiesta parecía al clero tan bien pensada y tan cristiana, que consideraba como excomulgados, los que intentaban suprimirla; y el doctor de la sorbona Juan Deslions nos dice en un discurso, que un doctor en teología sostuvo públicamente en Auxerra hacia fines del siglo quince, "que la fiesta de los locos no era menos aprobada por Dios, que la de la inmaculada concepción de la Virgen; además de que era de mucha mas antigüedad en la Iglesia."
Al siguiente día, á la hora en que iba á principiarse en la iglesia de los dominicos una solemne misa cantada en honor de San Valentín, misa para la cual estaba invitada mucha gente de copete, se presentó el bachiller Juan de Morí quien, con vozarrón estufWíndo, dio lectura á im papel que así decía: — «Tengase por excomulgados á los reverendos i adres fray »Juan de Zarate, fray Dionisio de Oré, fray Lope Cueto y fray »Juan Rodríguez, p or estar así declarados, en auto de ayer, »por su ilustrísima el seflor Obispo, quedando suspensos de celebrar, confesar y predicar en este obispado.
Y los que fueren sacerdotes, así seculares como regulares, podrán celebrar en sus casas; y los que no lo fueren hacer celebrar á otro misas y divinos oficios en ellas, en presencia de otros familiares y domésticos, sin perjuicio de incurrir en cxcomunión, excluyendo solamente á los que estuvieren
excomulgados.
Ricardo Palma
Rubio de Auñón no contaba con muchas simpatías entre la gente devota, y por lo tanto la muerte de su mayordomo era menos lamentada por el pueblo que el infortunio de su matador. Los
excomulgados alcaldes se vieron comidos de piojos, y gracias que libraron de que la beatería los hiciese trizas.
Ricardo Palma
En la plática dominical, fray Bruno se mostraba más rea- lista que el rey, y decía que la revolución americana era cosa de herejes, fracmasones y gente piervertida por la lectura de libros excomulgados.
En caso contrario, habiendo pasado el período, habiéndose repetido las amonestaciones canónicas de acuerdo con la ley, se tomarán medidas para dar y promulgar sentencia de excomunión contra vosotros, en y por estos documentos; y mediante tal excomunión, ordenamos que seáis denunciados públicamente; y si, tras un nuevo período de nueve días, persistierais en vuestra rebelión y excomunión, seréis excomulgados, anatematizados, maldecidos, segregados y separados como asociados del demonio, de la unión con y la inclusión en la Santa Madre Iglesia, y los sacramentos de la misma.
Y hechos estos remates, pareciendoles a lod ichos Don Lope de Torres y Don Jacinto de Vaca, su tío, que ya tenían juego bastante para salir con su intento por estar los dichos tres Regidores todavía excomulgados y los dos Capitulares nuevos tan de su mano y disposición, por haber pagado dicho Don Jacinto de Vaca los tercios de los dos oficios y obligándose a la seguridad de la resta de ellos, negociratrion con Juan Mendoza, Depositario General de la Ciudad, a que él, como Capitular más antiguo que dijo ser, convocase a capítulo a Diego de la Banda, Regidor, su primo hermano, y a los dos capitulares nuevos; el uno primo hermano de los dichos Juan de Mendoza y Diego de la Banda.
y traten a los antes citados como excomulgados y maldecidos por haber incurrido en la ira y la indignación de Dios Todopoderoso...
Por lo mas insignificante, por una duda de conciencia, por una barraga- nia 6 amanccbamiento, por leer un libro prohibido, por no ayunar en cuaresma, etcetera, le caia a uno encima, expresa 6 tacita, una excomunion que lo partia por la hipotenusa. Puede afirmarse, sin exajeracion, que las dos tercias partes de los peruanos vivian excomulgados.