Señaló a las ranuras de la mesa. En la penúltima se alineaba una hilera de
estupendas perlas, enormes, redondas, de dulce reflejo, lácteo y opalino.
Emilia Pardo Bazán
-Supongo -dije por último, dirigiéndome a mi Tomasito- que usted no querrá abarcar honra y provecho; esas
estupendas rarezas que por acá nos vienen contando los viajeros de los Walter Scott, los Casimir Delavigne, los Lamartine, los Scribe y los Víctor Hugo, de los cuales el que menos, tiene, amén de su correspondiente gloria, su palacio donde se da la vida de un príncipe, son cosas de por allá y extravagancias que sólo suceden en Francia y en Inglaterra; verdad es que no tenemos tampoco hombres de aquel temple, pero si los hubiera sucedería probablemente lo mismo.
Mariano José de Larra
Estrechado, sin embargo, por las interrogaciones de su señor y por los ruegos de Constanza, que parecía la más curiosa e interesada en que el pastos refiriese sus estupendas aventuras...
Vamos a imitar a los galenses del Chubut, que por su propia iniciativa, sin ayuda oficial, ni decretos del gobierno ni un centavo de gasto, se han hecho magníficos caminos y obras estupendas de irrigación.
Ni Calancha ni su continuador el padre Torres hablan en la Crónica Agustina de esta procesión, y eso que refieren cosas todavía mas
estupendas.
Ricardo Palma
Allí se arreglaba la suerte del país a qué quieres boca, y se hacían y deshacían reputaciones, y se inventaban y echaban a rodar bolas
estupendas.
Ricardo Palma
En la cual sentencia les precedieron aquellos de quienes nuestro predecesor Pío IX ya escribía: «Esos enemigos de la revelación divina, prodigando estupendas alabanzas al progeso humano, quieren, con temeraria y sacrílega osadía, introducirlo en la religión católica, como si la religión fuese obra de los hombres y no de Dios, o algún invento filosófico que con trazas humanas pueda perfeccionarse»(14).
En torno de su petaca, siempre repleta de picadura de La Habana, agrupábase la chavalería del barrio, ansiosa de liar pitillos y escuchar las
estupendas historias con credulidad asombrosa.
Vicente Blasco Ibáñez
Porque el mismo espíritu que tuvieron los profetas cuando anunciaron tan estupendas maravillas, lo tuvieron los setenta cuando las interpretaron; el cual, ciertamente, con la autoridad divina, pudo decir otra cosa, como si el profeta hubiera dicho lo uno y lo otro, porque lo uno y lo otro lo decía el mismo espíritu; y esto mismo pudo decirlo de otro modo para que se manifestase a los que lo entendiesen bien, cuando no las mismas palabras, a lo menos el mismo sentido; y pudo dejarse, y añadir alguna particularidad, para manifestar también con esto que en aquella traducción no hubo sujeción ni servidumbre a las palabras, sino una potestad divina que llenaba y gobernaba el espíritu del intérprete.
Después con grave estilo ensalza al cielo la santa religión de allá abajada, y canta su alto origen, sus eternos fundamentos, el celo inextinguible, la fe, las maravillas
estupendas, los tormentos, las cárceles y muertes de sus propagadores, y con tono victorioso concluye y enmudece al sacrílego error y sus fautores.
Jovellanos
Por elogio de los hombres, he gozado noches tan
estupendas, que la sangre, en una muchedumbre de alegrías, me atropellaba el corazón, y yo creía, sobre las espaldas de mi pueblo de alegrías, cruzar los caminos de la tierra, semejante a un símbolo de juventud.
Roberto Arlt
Que los sudarios y lienzos que se quitaban de sus cuerpos servían para sanar los enfermos, y que innumerables dolientes oprimidos con varias enfermedades, poniéndose en orden por los caminos por donde habían de pasar, para que les tocase la sombra cuando pasasen, al momento cobraban salud, y otras muchas señales estupendas que hacían en nombre de Cristo.