El diablo estaba demasiado gordo como para entrar en el establo en el que estaba Jean encerrado. Al cabo de varios días encargó a Jeannette que cortara la punta del dedo meñique de su hermano y que se lo llevara, para ver si estaba ya lo suficientemente gordo para ser comido.
PRIMERO ACTO Patria: tu superficie es el maíz, tus minas el palacio del Rey de Oros, y tu cielo las garzas en desliz y el relámpago verde de los loros. El Niño Dios te escrituró un
establo Y los veneros de petróleo el diablo.
Ramón López Velarde
— Los teucros avanzaban también, y como muchas ovejas balan sin cesar en el
establo de un hombre opulento, cuando al ser ordeñadas oyen la voz de los corderos; de la misma manera elevábase un confuso vocerío en el ejército de aquellos.
Homero
En su corazón de madre se agitaba el remordimiento; pensaba en los pobrecitos encerrados en el
establo que iban a quedar excluídos del reparto de mercedes.
Vicente Blasco Ibáñez
Otra ordeñaba una cabra gris, echando la leche en un jarro de metal muy reluciente; las vacas salían del establo para buscar la verde hierba; los árboles daban grata sombra, siendo mucho más altos que la casa y el perro ladraba, cerca de una valla de madera, a un muchacho que echaba granos de trigo a media docena de gallinas.
El Señor se levantó; la escolta de arcángeles, bajando de los árboles, acudió corriendo para presentar armas a la salida. Eva, impulsada por su remordimiento, corrió al
establo, abriendo la puerta.
Vicente Blasco Ibáñez
Cuando regresó el diablo, se encontró a su mujer atada sobre el asno y con la cabeza cortada al lado de ella. Marchó al establo de los cerdos y no pudo encontrar ni a Jean ni a Jeannette ni su caballo ni su carro.
Su tío le enseñó luego la casa, el jardín en la parte en que se hallaba bien cultivado, le habló de las mejoras que pensaba introducir en él poniendo aquí una fuente nueva; haciendo allá un mirador, agrandando el gallinero y el palomar, arreglando un establo, echando abajo el edificio ruinoso que se veía a lo lejos para levantarle otra vez con el objeto de que sirviese para habitaciones de los jardineros que las tenían fuera de la posesión.
Como enjambres copiosos de moscas que en la primaveral estación vuelan agrupadas por el
establo del pastor, cuando la leche llena los tarros, en tan gran número reuniéronse en la llanura los aqueos de larga cabellera, deseosos de acabar con los teucros.
Homero
Algo les había despertado durante la noche, y sus relinchos y su cocear habían sido algo terrible. A la mañana siguiente, cuando Nahum abrió la puerta del establo, los animales salieron disparados como alma que lleva el diablo.
En la habitación no podía haber entrado nadie, ya que la pequeña ventana enrejada y la cerradura de la puerta estaban intactas; pero lo sucedido tenía muchos puntos de contacto con lo ocurrido en el establo.
Llegó al establo, alzó un peñón que había; sacó el rebaño, y nos metió en la cueva; y vase a apacentar aquel hatillo, tocando un gigantesco caramillo.