«Señor --le dijo-- el paladín gallardo que nos ha muerto, muerto habría tu campo, si habiendo él sido a ir de allí más tardo, conmigo da, y de allí vivo no escampo; pues hace él con soldado y caballero lo que el lobo con cabra y con carnero.» Venido días atrás era al menguante ejército africano un caballero; no había ni en Poniente ni en Levante otro más corajoso ni más fiero.