La joven se desposó, así
engañada; y conducida que fue al castillo conyugal, el esposo verdadero pasó con ella la primera noche sin dejarse ver, pues había entrado a la alcoba en la obscuridad.
Leopoldo Lugones
Margarita, que engañada consintió y necia en la fuga, y salió exhalada al mundo de los deleites en busca, cual mariposa perdida por el aura que perfuman mil flores, entre las cuales vaga errando de una en una, mas que al apoyarse en ellas se estremecen y la asustan, y aturdida y fatigada no osa parar en ninguna.
No había en él más que juegos, Pendencias y desafíos, Disolutos amoríos, Y crímenes por doquier. Aquí el esposo ultrajado, Allí la justicia hollada, Acá la monja engañada, La seducida mujer.
Con tales razones, con tales encarecimientos subió al cielo las virtudes de Isabela, Ricaredo, que le pareció a su madre que Isabela era la
engañada en llevar a su hijo por esposo.
Miguel de Cervantes Saavedra
De lo cual no os debéis maravillar, si es que alguna vez habéis sentido hasta dónde llegan las fuezas de un amor verdadero y la rabia de una mujer
engañada.
Miguel de Cervantes Saavedra
ve una cosa, ñatica: yo t'he mantenido
engañada con el tal viaje, por seguirte la idea y pa que trabajaras con más ilusión; peru'allá no podemos asomar las narices los dos juntos; allá saben quién soy yo, y que tengo mujer y familia, y que los dejé por vos.
Tomás Carrasquilla
Así, la opinión pública se ha visto sofisticada, engañada, encaminada, con una venda sobre los ojos, en dirección totalmente opuesta a la de sus intereses bien entendidos por los órganos de publicidad precisamente en que depositaba su confianza.
De vïolas coronada la Aurora salió con zuño, cuando un gemido de a ocho --aunque mal distinto el cuño--, cual
engañada avecilla de cautivo contrapunto a implicarse desalada en la hermana del engrudo, la llevó donde el cuitado en su postrimero turno desperdiciaba la sangre que recibió por embudo.
Luis de Góngora y Argote
¿Cómo decirle que la tengo
engañada; que su madre no me entregó ningún dinero; que, desde hace quince días, todo lo que se gasta aquí sale de mi propio bolsillo?
Pedro Antonio de Alarcón
Y le aseguro que no deseo atribuirle otros motivos; pero debo decirle, yo que he conocido desde la infancia a esa desgraciada familia, que se equivoca usted si se figura que esa pobre muchacha, indignamente tratada, no ha sido engañada cruelmente y que no preferiría hoy morir que aceptar ni un vaso de agua de la mano de su hijo.
Como podéis imaginar, dos días después me presenté en la dirección indicada, pero allí no sabían ni de qué hablaba yo; me di perfectamente cuenta de que mi hermana había sido engañada, porque no podía creer que desease privarme del placer de verla.
—Creo que veinticuatro horas después de haberse despedido de ti había dejado de existir —dijo la Desgrangés—. Ella no te engañaba, sino que fue ella misma la engañada, pero la Guérin sabía de qué se trataba.