La concentración de carnitina en sangre es por lo general bastante más baja en las mujeres embarazadas que en aquellas que no están encintas, aparentemente por el incremento en la demanda de carnitina por parte del feto.
Más al contrario, la evidencia asevera que los lobos se centrarán en las opciones más accesibles y válidas, lo cual si bien supone que animales enfermos sean presas potenciales, también se incluye a animales jóvenes y a hembras encintas.
Advenimiento: antiguamente, a las mujeres encintas se les proporcionaban un metal contra los eclipses para que el futuro bebé no naciera con labios leporinos y de todos los diferentes gustos alimenticios que necesitara para que no abortaran o el bebé no naciera con la boca abierta, por no satisfacer «el antojo».
eneralizada creencia era entre nuestros abuelos que a las mujeres
encintas debía complacerse aun en sus más extravagantes caprichos.
Ricardo Palma
Además debía ser, según el principio de una dama muy inteligente, según se dice, debía ser, digo, un gran malvado; pues, según oí decir a aquella dama, todo hombre que no ama a los animales, ni a los niños, ni a las mujeres encintas, es un monstruo que debería ser condenado a la rueda.
Curval comenzó de nuevo a decir horrores sobre las ponedoras de niños y afirmó que si fuese el dueño establecería la ley de la isla de Formosa, donde las mujeres encintas antes de los treinta años son machacadas en un mortero con su fruto, y que aunque se impusiera aquella ley en Francia habría aún dos veces más de población de la necesaria.
Mientras nuestras mujeres no vuelvan a los dichosos tiempos de estar encintas, no hemos de ver el renacimiento de la lengua castellana; y mientras no estén de parto en brazos de la madre naturaleza, todo ha de ser desembarazo para ellas y embarazo para nosotros.
En tiempo de paz, las Altas Partes Contratantes y, después del comienzo de las hostilidades, las Partes en conflicto, podrán designar en el propio territorio y, si es necesario, en los territorios ocupados, zonas y localidades sanitarias y de seguridad organizadas de manera que se pueda proteger contra los efectos de la guerra a los heridos y a los enfermos, a los inválidos, a los ancianos, a los niños menores de quince años, a las mujeres encintas y a las madres de niños de menos de siete años.
Pero ¡cuánto no habrá que hablar, que escribir, que disputar hasta que estas palabras den a luz todo el inmenso significado de que están encintas!
Cuando las indias empiezan a hallarse en estado interesante y están sufriendo, podemos dar por vendida, perdida y concluida; traicionada, abortada y desbaratada; enferma, enteca y muerta la dicha lengua; lengua en la cual las mujeres antiguas, y no tan antiguas como las Hermengardas, Hermentrudas y Hormesindas, ni como las Berenguelas, Guiomares y Faviolas, sino allá no más por los tiempos de las doñas Engracias y doñas Pilares, estas mujeres, decimos, estaban preñadas, si eran llanas e ingenuas; encintas, si más cultas; y parían o daban a luz un hijo en haz y paz de nuestra santa madre Iglesia, la cual imprimía en ellos con sal y agua carácter de Juan, Diego o Antonio; Dolores, Mercedes o Gertrudis.
Las mujeres encintas y lactantes, así como los niños menores de quince años recibirán suplementos de alimentación proporcionados a sus necesidades fisiológicas.
Además, las Partes en conflicto harán lo posible por concertar, durante las hostilidades, acuerdos con miras a la liberación, la repatriación, el regreso al lugar de domicilio o de hospitalización en país neutral de ciertas categorías de internados y, en particular, niños, mujeres encintas y madres lactantes o con hijos de corta edad, heridos y enfermos o internados que hayan estado mucho tiempo en cautiverio.