Esta prosperidad se vio reflejada en las ciudades, que se embellecieron y asentaron en detrimento del campo como centros de romanización y de cultura.
Con estas ganancias realizaron importantes obras constructivas: la mezquita de Kairuán fue objeto de reformas importantes y ampliaciones que le han dado su aspecto final, fueron mejorados los sistemas hidráulicos heredados de los romanos y se embellecieron las ciudades con el botín conseguido.
En 1937 Carrasco llevó a la práctica el lago, prolongado en un arroyo sinuoso y otras iniciativas estéticas que embellecieron el Parque hasta asemejarlo al 3 de febrero.
Para aumentar su prestigio el gobierno estatal estableció su propia Casa de Moneda en la nueva ciudad (en aquella época cada estado de la federación o particular autorizado podía hacer su propia moneda), así como el Instituto Literario de Tlalpan antecesor de la Universidad Autónoma del Estado de México, además de muchas otras obras públicas que embellecieron la población...
Este hecho causó conmoción en la población y provocó que se incrementaran las críticas al gobernante. Durante su gobierno se ampliaron y embellecieron las calles de Mérida.
Las piedras y precipicios del exterior de la isla se tallaron en poliestireno que mientras se construyeron los edificios de la Villa Tracy y hangares ocultos para los Thunderbird con una variedad de materiales, principalmente madera y tarjeta se embellecieron con partes plásticas.
Los romanos ampliaron la ciudad y la embellecieron con la construcción de numerosos edificios a ambos lados del cardo (Grande Rue actual), incluso en la orilla derecha del río Doubs, donde levantaron un anfiteatro que podía albergar hasta 20.000 espectadores.
Empujada por la agricultura, el burgo se extendió, y durante el Segundo Imperio se edificaron y embellecieron los edificios locales, casas e iglesia.
Buhen progresará hasta el final del Imperio Nuevo, los faraones de la dinastía XVIII embellecieron el santuario de Horus, en particular, Hatshepsut, Thutmose III y Amenhotep II.
Y al igual que las abadesas que las sucedieron, Inés Enríquez y su hermana Isabel embellecieron, adornaron y ampliaron el convento de Santa Clara la Real y sus claustros y dependencias, y en algunas de sus partes colocaron sus propios escudos de armas y los de su padre, el rey Enrique II.
Y ¿dónde dejamos aquellas lucientes Caballadas en sus briosos corceles, haciendo gala de destreza en la equitación y en las suertes de sus juegos, dirigidos por Freyre? ¿Y dónde tantas otras cosas que
embellecieron y animaron por días la gran fiesta?
Isidoro de María
Y al igual que las abadesas que las sucedieron, Isabel y su hermana Inés embellecieron, adornaron y ampliaron el convento de Santa Clara la Real de Toledo y sus claustros y dependencias, y colocaron en algunas de sus partes sus propios escudos de armas y los de su padre, el rey Enrique II.